Sara Wood era la hija menor del Vizconde de Vermont. Cuando era adolescente, mantuvo un romance con el joven lord Sesshomaru, pero todo acabó con la muerte del antiguo señor de Wessex. La joven dama trató de permanecer al lado de su amado, pero el malhumorado muchacho no dejaba de alejarla.
Sesshomaru no quería saber nada del amor; hasta donde él sabía, eso sólo arrastraba desesperación y tristeza. No quería ser débil como su padre, así que cortó todos sus lazos con Sara Wood y todos los sentimientos que alguna vez creyó sentir por ella.
Con el corazón roto, Sara huyó al campo, esperando poder olvidarse allí de Sesshomaru.
Un día, durante su paseo matutino, se encontró con un chico amable y guapo que parecía tener su edad.
—Una bella dama como usted nunca debería estar triste —dijo amablemente.
Sara siguió caminando y trató de ignorarlo, pero él fue persistente.
Finalmente, la joven decidió reconocer su presencia, sintiéndose repentinamente sin aliento.
Sara se sintió perdida en esos profundos ojos marrones. Su expresión era amable, y eso la hacía sentirse segura a su lado.
—Mi señora, deberíamos seguir caminando y alejarnos de los extraños —dijo su dama de compañía.
—Tienes razón, Henrietta; nunca debería hablar con un extraño. Por lo tanto, debo presentarme inmediatamente. Mi nombre es Sara Wood, y ¿puedo preguntar el nombre del caballero?
El chico le sonrió ampliamente y procedió a presentarse:
—Es un placer, mi Señora. Mi nombre es Bankotsu Lewis a su servicio! —dijo mientras tendía su mano hacia ella.
Aceptó la mano del señor Lewis y comenzó a caminar con él. Era atento y divertido y un simple campesino sin fortuna ni reputación. Pero, sorprendentemente, descubrió que eso no le importaba.
Crearon una amistad sincera. Sus paseos matutinos se convirtieron en una rutina. Sus conversaciones eran siempre diferentes y apasionantes. Sara descubrió que, a pesar de ser pobre, era muy educado y culto. Le despertó la curiosidad y le preguntó repetidamente cómo era que estaba tan versado en muchos campos como el arte y la literatura a pesar de su origen humilde. El apuesto hombre sólo le concedió una gran sonrisa, pero nunca respondió a sus preguntas.
Cuando terminó el verano, Sara volvió a Londres, pero siguió en contacto con su nuevo amigo. Se escribieron cartas durante más de cinco años y se veían cada cierto tiempo.
Sara se mentiría a sí misma si no admitiera que estaba empezando a desarrollar sentimientos románticos hacia su querido amigo. Pero también era consciente de que su padre nunca le permitiría casarse con él. Por eso, cuando el hombre mayor llegó con la propuesta del pretendiente perfecto, ella no pudo negarse.
Su prometido era un coronel, veinte años mayor que ella. La boda se celebraría un año después del anuncio del compromiso, ya que el novio era requerido en el frente de guerra.
Dejó de escribir cartas a Bankostu durante seis meses. La separación era insoportable y no tenía fuerzas para despedirse.
Preocupado por la falta de noticias de su amiga, Bankotsu decidió visitar la ciudad y buscarla.
ESTÁS LEYENDO
my sweet governess
FanfictionDespués de presenciar cómo su padre murió de amor, Sesshomaru, conde de Wessex, juró no enamorarse nunca. Pero puede que cambie de opinión cuando conozca a la nueva institutriz de Inuyasha, la dulce e inocente Rin Fairfax. ¿Podrá el calor de su cora...