4. Delia jugando a casamentera.

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A nadie le sorprende lo fácil que lo tiene Delia para no parecer que está controlando la situación a su alrededor, aunque claramente si lo está haciendo. La amable mujer es demasiado casual en todo lo que hace, desde pedir que ciertas personitas vayan y le hagan algunos recados, juntos, hasta dejarlos solos en algún lugar de la casa, aun si fuera solo para que compartieran la merienda, asegurándose de que nadie los interrumpa a menos de que sea extremadamente necesario.

Es obvio que Delia está jugando a ser la casamentera de su hijo con Misty, pero cada una de sus acciones están tan pensadas, que en ocasiones hasta Mr. Mime y Pikachu tiemblan cuando saben que está a punto de hacer algo.

Los niños de sus ojos, por otro lado y a diferencia de todo el mundo, no ven absolutamente nada extraño en sus acciones, están lo suficientemente ciegos que no notan nada, ni siquiera la forma en que se ríe cuando logra tenerlos en una misma habitación sin que comiencen a discutir en el segundo cero, aunque para todos es obvio que las discusiones entre ellos son tan naturales como respirar, pero que puedan tener una conversación tranquila, sin pensar siquiera en discutir por alguna cosa al azar, es una victoria total para Delia.

Nadie sabe cuánto tiempo va a durar su juego, aparentemente, inocente, pero su satisfecha sonrisa, junto al tranquilo ambiente generado por Ash y Misty teniendo una conversación sin gritarse de por medio es demasiado agradable como para querer interferir de alguna forma, así que simplemente todos se callan, guardan silencio hasta que los involucrados en los planes de Delia se den cuenta por sí mismos.

Lo que ocurre.

Hasta el día en que se están casando.

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