Habían pasado dos días desde aquella noche entre Aemond y Rhaema, la siguiente la noche siguiente ocurrió lo mismo, solo que Rhaema ya no sintió el mismo placer cuando la tocó, su toque era como si quemará su piel, como si la lastimara, y prefería negar antes de aguantar más dolor, Aemond, extrañado y preocupado, decidió comprender a su esposa y no obligarla a nada, al menos en eso sí era respetuoso, por orden de su madre Rhaenyra, decidió que pase dos días en King's Landing para organizar la boda y que recupere el tiempo con sus hermanos que en su viaje a Invernalia perdió, pero a pesar de que amaba pasar tiempo con sus hermanos y amaba estar con Aemond, sentía que algo le faltaba, y ese algo era Matthew, sentía su ausencia en todo su esplendor, hasta su dragona Moonla ya no tenía ánimos de comer o volar, cosa que preocupó a la joven princesa pero asumía que era por su estado de ánimo, salía muy poco de su habitación y pasaba poco tiempo con sus hermanos ya que ellos tenían actividades a parte, igual que Aemond quien para ese momento estaba retomando su viaje como acompañante de Aegon, eso le dió bastante paz, y sobre las consecuencias de la primera noche.. Rhaema no supo ser lo suficientemente valiente como para mentirle a su madre, así que hizo el té de luna por su cuenta, claramente esto a escondidas de Aemond, le rezaba a los dioses que él te haya funcionado, pero dentro de todo se sentía bien, así que la joven princesa estaba tranquila bajo esa situación
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Mientras pensaba en todo esto, ella decidió levantarse de la cama y retomar la lectura del libro que se había olvidado de llevar a Invernalia, en eso, alguien tocó la puerta, "Adelante!" Grito ella, era un guardia, quien le decía que la boda estaba lista y solo faltaba a que sea de noche para que se armara, en pocas palabras, los preparativos para la boda comenzaron y ella no se dió cuenta, Rhaema le agradeció al guardia por la información y le pidió que se retirara, este así lo hizo y Rhaema suspiro
R: Te extraño tanto, Matt.. - Se abrazo a si misma, buscando su propio consuelo, imaginando por un momento que esos eran los brazos de Matt, en los que se sentía segura y libre - Eres tan estúpida Rhaema.
Se insulto a si misma con algo de enojo, ¿Cómo pudo hacerle esto a Matthew? La culpa la comía viva y Rhaema lo sabía, era obvio que todo este tipo de bajón emocional se debía ese sentimiento de culpa, las últimas noches no pudo dormir bien por eso y por qué Matthew faltaba, ¿Matthew estaba bien? ¿Que estaría haciendo ahora? Mientras Rhaema caminaba alrededor de su habitación sus mucamas tocaron la puerta, ella las dejo pasar y las mujeres simplemente agarraron de las manos a Rhaema y le dijeron que debía bañarse, Rhaema las miro extrañada pero estaba algo mal como para discutir con ellas, así que se dejó llevar, una vez salió de la bañera y termino de secar su cabello, la hicieron mirarse al espejo, Rhaema se miró con atención, lucía tan hermosa que hasta ella misma se sorprendió, y de su cabello ni hablar, estaba trenzado y formaba una corona alrededor de su cabeza, parecía un peinado de bodas
