▪︎ Capítulo 9

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Louis yacía en el piso que, progresivamente se inundaba cada vez más y solo podía mantenerse consciente hasta que la ayuda llegara.

Movía los dedos de manos y pies para corroborar que el golpe no hubiera tenido algún impacto de consideración en su psicomotricidad. Estaba bien en ello, salvo por el frío del azulejo y el agua helada que le atravesaba la espalda desnuda, empezaba a tiritar.

A cada segundo de espera, solo maldecía internamente, por negarse a llamar a un fontanero. Si hubiera arreglado ese problema, no estaría en esa deplorable situación: tendido sobre el piso del baño, con un golpe en la cabeza que necesitaba atención, con la casa en riesgo de "inundación" y completamente desnudo. Sin mencionar que estaba a cargo de su sobrina a quien mandó por ayuda, y ese era el problema que empezaba a carcomerle la cabeza. Envió a una niña de diez años en busca de ayuda, y no es que pasara mucho tiempo, pero Emi era pequeña como para cargar con una responsabilidad de esa magnitud. Podría pasarle algo, pensó y el miedo hizo que entrara en un estado que le tensó todo el cuerpo. Pero fue casi un alivio escuchar el sonido de la puerta, siendo abierta con un sonido estruendoso. Llegó, Emi está ahí.

Suspiró con tranquilidad y boqueó un poco antes de hablarle a la niña, y a quien sea que acudió a su llamado de ayuda, pero se detuvo, se heló prácticamente, al escuchar y reconocer esa voz.

—¡¿Louis?!¡¿Qué pasó?! ¿Cómo estás?! —dijo Harry apresuradamente al otro lado de la puerta.

Y no, ni por una micra de segundo, Harry dudó al salir de su departamento, siendo guiado por la niña. Su corazón desesperado al igual que su alfa le demandaron correr al encuentro de su omega.

Omega. Peligro. Proteger, ahora.

Ambos corrieron para llegar a Louis lo más pronto posible, el problema fue el nerviosismo traicionero que hizo de Emi, un lío al intentar explicarle lo ocurrido. "Está herido" fue lo que entendió Harry, fue lo único que él y su alfa dedujeron antes de salir de casa.

Al llegar al lobby del edificio, Harry alcanzó a decirle al conserje que llame a una ambulancia, porque en el departamento de Louis ocurrió un accidente. El hombre hizo lo que se le pidió, mientras Harry corría a grandes zancadas por las escaleras. Se le olvidó que tenía un maldito ascensor, pero estaba demasiado asustado y deseoso de ver a su omega.

Y en ese momento, en el que pudo entrar al departamento y acercarse al cuarto de baño, pudo percatarse de la magnitud del problema. El agua comenzaba a sobresalir por debajo de la puerta de ese cuarto.

—¡Louis! —repitió con desespero al no encontrar respuesta del otro lado.

El omega, aún no salía de su aturdimiento. "Él, no" se decía, con los ojos muy abiertos, intentando articular alguna palabra.

—¡Omega, responde! —dijo con un miedo escalando en magnitud. Estaba pensando en lo peor. Seguro se desmayó. El golpe es delicado. Él está muy grave.

Entonces Harry tomó el pomo de la puerta.

—¡No, Harry! —pudo gritar al fin— ¡No entres!

—¡Louis! —no apartó la mano del pomo y la giró un poco más.

—¡No, no, no! —dijo casi balbuceando debido al frío.

"No abras, me moriré de la vergüenza" pensaba, mientras no dejaba de mirar la puerta.

Pero Harry no podía controlar su instinto de protección, tenía que verlo.

Entonces abrió esa puerta. Dio un paso en el interior y su mirada buscó rápidamente hasta encontrarlo: 'Louis, su omega. Desnudo y en el piso'

《Amor  y Deudas》Omegaverse [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora