Capitulo 10

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Natalie indicó a Meghan a donde dirigirse, los familiares estaban emocionados por conocer al gran chico del quien la señora Park les había contando. Pero más grande fue la sorpresa cuando Natalie entró al comedor tomando de la mano a una rubia no conocida.

—¿Y tu novio?— preguntó una de sus tías.

—Sucede que...— hablo Natalie.

—El muchacho estaba muy ocupado y por eso no pudo asistir.— interrumpió la madre de Natalie mientras la castaña la miró confundida y Meghan lo estaba aún más.

—Ella es Meghan.— Natalie aligero un poco la situación presentando a su invitada quien saludó amablemente con una sonrisa.

—Mmm.— susurró con disgusto una de sus tías.
Meghan no se percato de eso, pero Natalie sí y puesto que no podía crear un espectáculo, solo pudo indicarle a Meghan en donde sentarse.
Meghan se dio cuenta de la desaprobación de la familia hacia ella, por un instante la hizo sentir algo incomoda, pero fue entonces cuando la castaña notó el comportamiento, puso su mano encima de la de la rubia quien la miró y la castaña la tranquilizó con una sonrisa.

La señora Park no era fan de Meghan, sabía que la rubia tenía diferentes orientaciones y por supuesto no quería que su hija fuera mal influenciada, la madre de Natalie observaba con desagrado cada comportamiento que tenía su hija con la invitada.
Pero ya tendría tiempo de reprenderla después.

—Meghan, cuéntanos algo sobre ti.— hablo la abuela de Natalie.— ¿tocas algún instrumento?

—Lo estoy intentando con la guitarra.

—¿Acústica? Vaya que bien.

—Eléctrica de hecho.— respondió Meghan.

—¿Así que eres de ese tipo de chica? Ya veo.— desaprobó una vez más la señora Park.

—Pues...— Natalie rompió el silencio.— Meghan es bastante buena tocando la guitarra.— Meghan sonrió ante el comentario de su amiga.

—No lo dudo, pero no te parece algo...olvídalo.

—¿Amante del rock?— preguntó una de las primas de Natalie.

—Por supuesto.

—Siempre he creído que eso es solo ruido, Natalie tiene prohibido escuchar esa "música".— Meghan sonrió incómodamente ante el comentario de la señora Park.

La cena fue larga, las miradas juzgadoras y los comentarios incómodos fue todo lo que se había hecho presente en la mesa.
En algún momento de la noche, la familia de Natalie estaba tan absorta en su propios asuntos que dejaron de lado a las dos jovenes quienes no dudaron en salir del comedor.
Subir al techo fue idea de Natalie, Meghan aún tenía un tiempo de sobra así que porque no pasarlo con su amiga.

—De verdad lo siento.— comentó apenada Natalie.— Mi familia es muy...

—No te preocupes Park, se que no eres igual a ellos y eso es suficiente para mi. Además fue lindo cenar contigo.— en la última palabra Meghan miro a Natalie haciendo que se pusiera un poco nerviosa pero eso no evito el contacto visual que duró un rato. Pero Natalie fue la primera en mirar a otra parte.

—Dime algo que jamas le hayas dicho a nadie.— Natalie rompió el silencio.

— ¿Tan de repente?.— Meghan rio ante el comentario tan espontáneo de su amiga.— Bien, supongo que es mi forma en la que quiero solucionar todo yo sola y por eso termino sin nada solucionado, siento que yo puedo hacerlo sola.

—Pues no siempre estarás sola Meg.— Natalie sonrió mientras miraba el cielo nocturno y Meghan la miraba a ella.— Ahora lo podemos solucionar ambas.

—No me gustaría meterte en mis problemas Park.— Ambas rieron y de nuevo, fue silencio.— ¿Puedo preguntarte algo?

— Claro.

— Cuando estábamos en secundaria siempre noté esas extrañas marcas en tus muñecas.— la sonrisa de la castaña se borró.— Supuse que tenías un gato pero ahora no estoy muy segura de eso.

—Es una largas historia.— el rostro de Natalie dio a entender que esas marcas era obvio que no se las había hecho un gato.

—¿Porque?— Preguntó Meghan dedicándole una mirada a su amiga, haciéndole saber que comprendería la razón.

—No lo se, yo aún no tenía el valor suficiente de hablar de mis problemas con alguien.— Meghan escuchaba atentamente.— Alguna vez escuché de alguien que era una buena forma de desahogarse y una vez que empiezas ya no te detienes. Pero caí en cuenta de que no es lo mejor y lo deje de hacer.

—Eso es muy bueno.— comentó Meghan.

—Si pero, los problemas no desaparecieron.

—Pero me alegra que ya no te lastimes.— Meghan tomo de la mano a la castaña y dio un pequeño apretón.— Me gustaría poder dar otro consejo pero creo que es obvio que no soy buena en eso.

— Al menos lo intentas.— Natalie sonrió lo cual hizo sonreír a la rubia.

Las buenas cosas no duran para siempre, Meghan tuvo que regresar a casa. La madre de Natalie no lo había notado, así que Natalie decidió ir a dormir pues el día siguiente tenía que ir a la escuela.

Natalie se vistió para dormir, mientras miraba su reflejo en el espejo su mirada se desvió a una de sus muñecas, aún quedaban cicatrices y no solo de las veces que ella se lastimó.
Nunca se lo había dicho a nadie, James se había percatado pero solo le advirtió que no lo volviera hacer. Sonrió al recordar lo que le había dicho Meghan, tal vez no había tomado buenas decisiones en el pasado pero ahora podía mejorar.

Miro su teléfono, Samantha había enviado un mensaje de texto preguntando sobre su amiga Mackenzie.

¿No sabes nada de Mac?

—No Sam, últimamente no me dirige la palabra.

Ninguna de las dos jovenes sabía el porqué del comportamiento tan grosero de su amiga, cosa que fue tan de repente.
Natalie no había recibido ningún mensaje de Mackenzie durante algunas horas, el último mensaje decía básicamente que Meghan era una mala persona y que por eso Natalie debía alejarse de ella.
Obviamente Natalie ignoro eso, no quería meterse en problemas con su amiga, aunque ahora dudaba seriamente en seguir llamándola así.

A la mañana siguiente Natalie se preparó para otro día ordinario, mientras se dirigía a la puerta algo la detuvo.

—¿A donde crees que vas jovencita?— preguntó su madre con gran enojo.

—A la escuela, es lo que normalmente hago.

—No te quieras hacer la graciosa conmigo.— la conversación matutina no iba por un buen camino.— ¿en que diablos pensabas cuado decidiste traer a esa muchacha aquí?

—Me pediste invitar a alguien.

—Si Natalie, un chico lindo y que pudiera fingir ser tu novio mientras la familia estaba aquí.

—Pero no especificaste...

—¿Acaso eres estupida?— la madre de Natalie se acercaba cada vez más a ella mientras la castaña simplemente miraba al suelo.— ¿que crees que pensaron sobre ti? ¿Que crees que pensaron sobre mi?

—Eso es lo único que importa para ti madre.— Natalie hablo por fin.— Nunca te intereso saber como estaba después de lo de Mark.

—No te quieras victimizar conmigo Natalie, que tienes la vida perfecta. O la tenías hasta que decidiste terminar con Mark.

— Tengo que irme.— Natalie prefirió no seguir con esa fastidiosa conversación. Pero antes de salir de la casa, la señora Park la tomo del brazo bruscamente.

—Aléjate de ella, si no, hare que ella se aleje de ti.

—No lo haré, Meghan es una chica increíble. No te atrevas a acercarte a ella.

—Increíble ¿Que? ¿Están saliendo o porque la defiendes?

—N-no, ella solo es mi amiga.

—Pues me gustaría que te preocuparas por tu madre al igual que te preocupas por esa jovencita.

Natalie salió de la casa, soltó un suspiro y se dirigió a la escuela.

¿Será demasiado tarde?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora