Sorting Ceremony & Unpleasant encounters

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Al día siguiente, luego de comprar el cuaderno, pasó por la mansión Malfoy, sabiendo que solamente estaría Medusa porque no estaba lo suficientemente interesada en el deporte para acompañarlos, quiso pasar el rato con ella para conocer la zona y los vecinos. En un punto de la conversación tocaron el sitio donde Hadrian vivía anteriormente

-Hasta donde supe, es una región campestre... ¿Cómo fue tu infancia allá cariño? -Hadrian se sorprendió un poco por la pregunta y pensó, ¿Qué puedo decir para evitar que lleven el caso a las oficinas de la infancia? Su verdadera infancia no fue muy bonita, y le costaba un poco inventar sobre la marcha

-El campo de Gales me gustaba mucho, pero la verdad es que solamente eso extraño, no disfruté mucho haber vivido con ese grupo familiar, debo decir -Hadrian tenía una mirada pensativa al decir eso, ¿Cómo sería crecer en el campo? Cree que le habría gustado experimentarlo de verdad.

Medusa se sorprendió pero no dejó que se notara, y cambiaron el tema de conversación porque notó que no era muy placentero para el niño, siguieron hablando de los gustos de Hadrian y comentó que tenía curiosidad por el arte, le gustaba dibujar pero había dejado todo en aquella casa de la que se fue y quería volver a dibujar o pintar, ella le habló de las pinturas de la casa y le preguntó si quería verlas, y se pusieron en marcha.

Al día siguiente Hadrian regresó a la mansión Malfoy para seguir hablando con Medusa, y se sorprendió con el regalo que recibió, era un kit de pintura mágica para principiantes, junto con un manual del uso de las pociones y hechizos necesarios para animar las pinturas. Hadrian estaba muy emocionado por el regalo y le agradeció muchas veces por él, lo dejó a un lado en una silla y hablaron mientras tomaban el té. En un momento llegó un invitado y tenía que ir a atenderlo, así que se excusó y le dijo que si quería podía probar cualquier cosa del kit y dibujar lo que quisiera del jardín, y así hizo, sacó el cuaderno de dibujos y examinó el jardín por algo que le llamase la atención para dibujar, cuando notó una avecilla de color azul eléctrico muy llamativo con un pico pequeño y un poco gordita, comiendo una galleta que se había caído del plato sobre la mesa, y sin hacer ruido empezó un boceto.

Cuando Medusa regresó, Hadrian ya había terminado el boceto hace un tiempo y estaba acariciando las plumas de la avecilla, ésta se había pegado mucho a él, por lo que le dijo

-Pequeña avecilla, ¿Acaso quieres quedarte conmigo? -Hadrian estaba muy concentrado en la avecilla como para notar que Medusa lo estaba observando sorprendida. La avecilla movió su cabeza hacia un lado y picoteó su mano haciéndolo reír

-Parece que es así, pero si te quedas conmigo no podrás volar libremente, si te dejase salir no sé si te irías de tu jaula y nunca volverías a mi lado -La avecilla subió por su brazo hasta su hombro y restregó su pequeña cabeza contra su mandíbula, haciéndolo reír nuevamente, movió su mano hacia la avecilla y ella saltó hacia el nuevo lugar, viéndolo a los ojos movió sus alas en señal de estar de acuerdo. Tuvo una leve sensación de un tirón en el pecho pero no le dio atención, en ese momento se escuchó una voz

-Oh querido, se acercó a ti -Hadrian volteó su rostro y vio a Medusa sorprendida, como notó que no comprendía su sorpresa siguió hablando- Creemos que es un Fénix que alguien trajo a la zona e hizo un nido en nuestro jardín, hasta hoy se había mantenido alejado de todos -Hadrian volteó su cabeza de vuelta a la avecilla

-¿Fénix? -La avecilla volvió a mover sus alas y cantó un poco- ¿Y te quieres quedar conmigo? -La avecilla movió su cabeza como si asintiera y ambos se sorprendieron

-¿Quieres ir a comprar cosas para la avecilla? -Medusa sugirió, Hadrian volteó a verla y luego regresó su mirada a la avecilla

-¿Quieres venir? -La avecilla restregó su cabeza contra el pulgar de Hadrian demostrando su voluntad y voló a su hombro, Hadrian se rió un poco, se levantó y guardó en el kit lo que estaba usando y se acercó con una sonrisa en su rostro a Medusa

Con las mentiras, llegan las consecuenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora