𝑳𝒐𝒗𝒆 𝑺𝒕𝒐𝒓𝒚 | 𝑱𝒆𝒐𝒏 𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌

XVI

1819, Londres.

Charles me tendió dos cartas.

—¿Dos? ¿Ahora son dos?

—Una para usted y otra para tu padre, Grace.

Grace..

Casi un año de conocernos y apenas nos llamábamos por nuestros nombres y no por usted.

—Entonces..—Él continuó — ¿Nos veremos hoy como siempre? — me sonrió.

—Claro Charles, mis padres están en casa pero no hay problema, ellos nunca se enteran.

—Entonces nos vemos en un rato — dijo, miró hacia los lados cuidando que nadie estuviera por ahí y tomó mi mano para depositar un beso en esta.

Inmediatamente mis mejillas y orejas ardieron.

[. °.]

Violet como siempre metía comida dentro de la canasta que me llevaría para ver a Charles. 

—¿Por qué Jungkook le mandó una carta a mi padre? 

—Tal vez tiene algo que ver con su compromiso, no lo sé. 

—Tienes razón — él pánico y la curiosidad me invadieron — Tengo que abrirla. 

—No señorita, yo le recomiendo que.. — la interrumpí. 

—Demasiado tarde, ya la abrí. —dije y ella me miró con total desaprobación, casi como siempre. 

Saqué la carta del sobre y la desdoble para comenzar a leerla mentalmente. 

—Vendrá.. — dije una vez que terminé de leerla. 

—¿Su prometido? 

—¡Si! Jungkook vendrá para mi cumpleaños.. — por alguna razón no pude evitar emocionarme 

—¿Y eso es bueno o malo? 

—No lo sé, me emociona un poco pero no se si es bueno que venga. 

—Su cumpleaños es dentro de una semana. 

—Vendrá en una semana, dice que llegará ese día una vez que sus padres vuelvan de América, dice que se fueron de viaje de negocios pero él se quedó en Manchester. 

—Y si su prometido vendrá ¿No cree que es buen momento para dejar de ver al cartero? 

—Lo que no entiendes es que estoy enamorada Violet, y no puedo dejar de verlo. — dije con un poco de molestia. 

—¿Y está usted segura que él está enamorado? — preguntó y yo callé — Solo lo ve una vez al mes señorita, no tiene caso que se siga ilusionado con alguien con el cual nunca podrá estar. 

Las lágrimas amenazaron con salir de mis ojos. 

Charles era como un escape de mi realidad, cuando estaba con él podía darme el lujo de olvidar que estaba comprometida, me gustaba imaginar que algún día me casaría con alguien como Charles, o con Charles. 

No dije nadamas y solo tomé la canasta de comida para dirigirme al jardín. 

Sabía que tenía que dejar de ver a Charles pero no tenía el valor de hacerlo, porque yo realmente creía que estaba enamorada. 

Así que como siempre tendí la manta en el mismo lugar y esperé a que llegara. 

Todos los meses era exactamente lo mismo, una vez que terminábamos con la comida el me veía fijamente con sus ojos verdes claros. 

Pero no pasaba nada más, y aunque me moría por que pasara algo más que eso, sabía que era lo mejor, ya que si llegaba a pasar algo más allá me ilusionaría. Y sería más difícil no estar con él. 

Esa noche no dormí pensando en qué pasaría si me fugaba con él, con Charles, todo para estar juntos. 

Sabía que era una fantasía, si, pero podía ser real. 

[...] 

Odiaba el estrés de mamá, era lo que más odiaba, se desquiciaba cuando sabía que la familia Jeon llegaría. 

Daba millones de órdenes a la servidumbre, pobres. 

Yo decidí ignorarla y escapé al establo con mis queridos amigos los caballos. 

A menudo huía de mis responsabilidades. 

Al día siguiente cumpliría dieciocho años y me seguía sintiendo de quince, mi cerebro no lo procesaba ¿Se suponía que ya era una adulta? No me sentía como una. 

La mayoría de mis amigas de la niñez ya se habían casado, la mayoría con hombres mucho mayores que ellas. Yo me casaría con alguien dos años menor. 

Después de cenar me fui a la cama, mamá seguía estresada con que la casa estuviera pulcra. ¿Realmente los Jeon se fijaban en el polvo de arriba de los muebles? Yo no lo haría. 

Me acosté con el estómago revuelto pensando en los Jeon que llegarían al día siguiente. 

Me dormí pensando en la última vez que ví a Jungkook "¿Seguirá igual?" Me pregunté antes de cerrar los ojos 

[...] 

Dormía y entre el sueño escuché un grito, parecía la voz de mamá, lo ignoré, seguramente lo estaba imaginando. 

De pronto alguien abrió la puerta bruscamente y me sacudieron.

—Señorita Grace.. — Era la. voz de Violet, inmediatamente abrí los ojos sin entender qué pasaba. 

—¡Prepara el carruaje ahora! — gritó mamá desde afuera de mi habitación. 

—¿Qué pasó? — frote mis ojos mientras me sentaba, mire la ventana y aún no salía el sol

Violet iba a contestar pero entró mamá rápidamente. 

—Grace, levántate, tenemos que irnos, ocurrió una tragedia.