XIX

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El funeral pasó lento y doloroso.

Jeon Jungkook llevaba un traje negro y pude notar que ponía todo de sí para no verse débil. En su rostro había una expresión fría. 

Se veía como un adulto, ya no se veía para nada como un niño.

Cuando sepultaron a sus padres sus ojos se cristalizaron, pero no soltó ni una sola lágrima. Las estaba conteniendo. 

[...] 

Una vez que volvimos a la casa Jeon y que todos los invitados se fueron, pasaba de la media noche y Jungkook se encerró sin más en su habitación. 

Era increíble como frente a toda esa gente no había soltado ni una sola lágrima. 

Una vez que mis padres se metieron a su habitación yo salí y me dirigí a la cocina. Estaba vacía, todos los sirvientes ya se habían ido a descansar. 

No era buena cocinando pero sabía lo básico, mamá me lo había enseñado porque decía que así sería una mejor esposa. 

Tomé un par de papas y comencé a preparar estofado. 

Toqué la puerta de Jungkook varias veces mientras sostenía el estofado recién hecho. 

Desde afuera pude escuchar sollozos. 

—Jungkook sé que no estás dormido.. — susurré tratando que mis padres no escucharan. Los sollozos se callaron y yo abrí la puerta, él no me respondería. 

—Vete — dijo suavemente mientras tapaba su rostro con la manta de su cama 

—Sé que no haz comido nada desde ayer en la mañana, te preparé esto — Entré al cuarto y dejé el plato en la mesita de noche. 

—¿No crees que es demasiado tarde para comer? Es de madrugada. 

—Si no comes morirás. 

—Mejor.. 

—No digas eso — lo tomé de los hombros y pude ver su rostro, estaba rojo y sus ojos estaban hinchados— ¿Con quien me casaré entonces? 

—Que egoísta, no dejarme morir solo porque quieres casarte. — se zafó de mi agarre y se enterró en la almohada. 

—Me importas Jungkook, estoy aquí para ti — puse mi mano en su espalda. 

—Vete, no es correcto que una señorita entre al. cuarto de un hombre por la madrugada. 

—¿Otra vez con eso? Hace unos años me dijiste lo mismo en la biblioteca de mi casa. — No dijo nada y hubo unos minutos de silencio, lo único que se escuchaba era su pesada respiración contra la almohada — Hoy no soltaste ni una sola lágrima en todo el funeral. 

—¿Por qué me observabas? 

—Todos lo hacían..

—Me miraban con pena, esperando que fuera débil. 

—No está mal ser débil. 

—¡Pero no quiero ser débil! — se levantó y me miró. 

—Llorar no es ser débil. 

—Claro que lo es, los hombres no lloran. 

—Qué tontería, reprimir las lágrimas sólo hace que te sientas peor. 

—¿Entonces me pongo a lloriquear frente a todos? 

—Sí, llora ahora. 

—¿Qué? 

—Yo se que quieres llorar, ya no reprimas las lágrimas, conmigo no tienes que contenerte, ya te he visto llorar, desahógate conmigo. 

—Mejor ya vete a dormir.. 

—Si te da pena llorar solo puedo llorar contigo. — Extendí mis brazos y por un momento solo me observó, pero después de unos segundos me abrazó fuertemente y enterró su rostro en mi cuello. 

Había total silencio, hasta que Jungkook después de unos minutos comenzó a sollozar en mi cuello. 

Después de un rato lágrimas comenzaron a salir de mis ojos también. 

No noté cuando me quedé totalmente dormida con Jungkook en mis brazos. 

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𝑳𝒐𝒗𝒆 𝑺𝒕𝒐𝒓𝒚 | 𝑱𝒆𝒐𝒏 𝑱𝒖𝒏𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora