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CHAPTER THREE. ' ROSALIE SHELBY '
El camino a la iglesia fue una pesadilla cada segundo donde la ansiedad le decía que era mejor idea lanzarse del auto en movimiento el cual su padre conducía con su esposa a su lado, la cual no dejaba de hablar. Rosalie iba en la parte de atrás mirando las peculiares calles de Coventry por última vez. Estaban camino a Birmigham, casi cuarenta minutos de escuchar a Dalia en un monólogo de lo que trata ser una buena esposa. La castaña tenía su mente apagada, sabiendo cuándo salió de su ciudad notando un cambio de aire.
Quería llorar, llorar, y repetir por el hecho de haber salido de su casa tan abruptamente sin saber que la noche anterior fue la última. Ahora las actitudes tan extrañas del resto de su familia cobraban sentido en su cabeza, estaban más callados y sus hermanos la evitaban con excusas inventadas para no decirle la verdad sabiendo que ella sería capaz de sacársela con solo una charla de preguntas precisas. Rose no podía creer que estaba camino a su boda, que dejaría su apellido por el de un hombre al cual nunca había visto en su vida.
Rezaba para que no fuera un señor mayor, no soportaría su vida atada a un viejo machista, ya había tenido suficiente. No pedía demasiado, solo deseaba que fuera un hombre parecido a ella, quizás que tenga un poco de sentido del humor, y por qué no, que fuera alguien atractivo. Quién sabe, si al final estaba jugando con el azar, podía pedir muchas cosas, aunque sin garantía de que estas se fueran a cumplir.
── Ya llegamos, cariño── dijo Benton con una sonrisa. Una amabilidad que avivó las ganas de volver a discutir en la joven Sallow.
Rosalie bajó por su cuenta sin esperar que su padre le abriera la puerta como era lo propio. Tomó la parte de abajo del vestido de novia que fue el mismo que usó su madre hace años, no quería estropearlo por el cariño que le guardaba sintiendo que no estaba sola. Se sorprendió cuando se lo probó y comprobó que este le quedaba perfectamente a su cuerpo, Benton comentó que podría ser una señal la cual se tomó con un irónico humor.
Miró a su alrededor encontrándose en un hermoso territorio abierto donde una pequeña iglesia rural esperaba con invitados adentro. Inmediatamente Rosalie sintió pánico y ansiedad la cual le repetía la idea de salir corriendo y perderse, sin embargo habían personas que reconocía las cuales saludaron a Rose con alegría, felicitándola por su compromiso. Su rostro lo decía todo, una sonrisa rígida en su rostro de no saber qué responder, entonces era su padre el que agradecía los buenos deseos a la novia.
── ¡Hermanita!── exclamó Brendan Sallow abriendo los brazos para darle un abrazo a Rosalie── Me alegro que llegaras, ya estabas asustando al novio.
── Cállate. Apestas a alcohol y tabaco.
Su hermano la miró con una sonrisa burlona sabiendo que la situación no era grata para la chica. Benton Sallow estaba aprovechando de burlarse de su desgracia de su hermana por una última vez.
