Mariposas

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Fui a ducharme, algo aliviada, por primera vez en mucho tiempo me sentía bien, ojalá pudiera estar así siempre. 

Estuve un rato en la ducha se estaba muy bien debajo de ella... Pero debía salir para hablar con Carlos sobre lo que vió antes de hacer eso... Fui a mi habitación y no lo encontré, entonces fui en a su habitación.

Toqué la puerta y cuando pasaron un par de segundos, Carlos abrió la puerta mientras se secaba el pelo con una toalla blanca. Se apartó de la puerta haciendo un gesto para que pasara a la habitación. Estaba tan...¿cómo decirlo?¿Normal? pensaba que sería un caos, con dibujos por todas partes...

Ven siéntate Alicia...- dijo mientras se sentaba en la cama con un estuche

Fui a sentarme con él y mientras me sentaba puso una banda en mis ojos.

Por favor, no te la quites, confía en mi -dijo mientras al parecer abría el estuche y sacaba algo

No veía nada, todo era oscuridad, pero comencé a sentir algo en mis piernas y brazos, me daban cosquillas y no podía evitar reírme.

Carlos... Me gustaría hablar contigo sobre lo que viste antes...- dije mientras buscaba su hombro para apoyar mi cabeza

Supongo que no querrás que se sepa que haces eso... No te voy a obligar a que hables, pero estaré aquí para lo que necesites -Dijo mientras me daba un cálido beso en la frente y me quitaba la banda

Tenía mariposas de todos los colores pintadas... En mis cortes... Había de todos los colores, azules, verdes, naranjas... Pero había una que resaltaba más, que estaba en el corte más profundo, sólo había una mariposa de ese color, morado.

Te lo he hecho para que sepas que no estás sola, cada una representa a una persona que te ama, estas mariposas se irán con el tiempo y dejarás de verlas... Pero seguirán ahí aunque no las veas si te vuelves a cortar, matarás a una mariposa que te quiere salvar...- Dijo mientas acariciaba las pequeñas lágrimas que recorrían mi rostro

Me bajé la falda de nuevo, tapando las mariposas y lo abracé fuertemente. Nunca nadie se había preocupado por mi, nadie había mostrado tanto interés en mis problemas, en saber si estaba bien.

Carlos, tengo miedo de lo que vaya a pasar mañana, no quiero cruzarme con ellos... No sé si seré lo suficientemente fuerte como para verlos... -le dije entre sollozos

Alicia, tranquila, estoy en tu mismo edificio de clases, no te pasará nada. Es más, si no sabes con quien juntarte en el descanso, puedes venir conmigo. Soy mayor que tú pero no creo que haya problema con mis compañeros; con lo simpática que eres, seguro que conquistas el corazón de alguno- dijo entre risas mientras acariciaba mi pelo

Espera... ¿Eres mayor que yo?- dije dirigiéndole una mirada confusa

¿no lo sabias? soy 3 años mayor que tú, pero estoy sólo un curso por delante tuya porque repetí 2 veces. Pero tranquila, te va a ir muy bien mañana, ya lo verás - dijo mientras comenzaba a hacerme cosquillas

¡O-Oye para!- dije mientras reía y le devolvía el ataque

Carlos me ha tranquilizado un poco al saber que estaría en mi mismo edificio de clases pero aun así estoy inquieta, no puedo evitar pensar que me encontraré con ellos, ¿y si están en mi clase?¿les tendré que ver la cara todos los días? si fuera así, no sabría como aguantar la situación. Son dos víboras sedientas de sangre, que en este caso es mi sufrimiento... Ojalá no me los encuentre...

El secreto de AliciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora