Capítulo 7

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No pensó que se sentiría tan bien. Siempre creyó que sería un virgen hasta la muerte, pero, en ese momento, sabía ya no sería así.

Las manos de Taehyung eran tan grandes y calidas, un poco callosas, mas eso lo estremecía aún más. El toque delicado por todo su cuerpo desnudo sobre el escritorio y los besos en su pecho y abdomen le volaban la mente.

El ambiente se sentía tan caluroso, a pesar de estar sin ropa. El contrario estaba con el torso desnudo mientras se despojaba de sus propios pantalones y boxer. Verlo con la piel descubierta lo hizo babear por lo bien fornido y sexy que era su jefe. Por otro lado, él se sentía un poco cohibido, ya que él era delgado, con un poco de barriguita y muslos un tanto anchitos. Ni hablar de su trasero, que, aunque era pequeño, su forma era redondita y respingada.

Pero algo que sí amaba de su propio cuerpo era su cintura, era un tanto estrecha y eso hacía que su cuerpo tuviera una buena figura. Sin embargo, casi siempre deseaba ser más musculoso, grande y alto, justo como quien le estaba succionando su pene en ese momento.

Taehyung le dijo que no cayara sus gemidos, pues la oficina tenía paredes insonoras.

Dicho y hecho, liberó cada jadeo de su boca. El mayor disfrutaba de cada sonido que este emitía sin temor a ser escuchado.

Taehyung soltó el pene de Jungkook y bajó hasta su entrada. Besó sus muslos internos y dio una larga lamida a su orificio rosadito. El menor gimió de sorpresa, pero lo dejó continuar.

Estaba seguro de que si fuese otra persona quien le estuviese haciendo eso, habría vomitado desde el primer toque; pero Taehyung, él, extrañamente, era la excepción. La más deliciosa excepción.

Sintió una lengua intrusiva dentro de sus paredes anales, entrando y saliendo, jugando con su interior mientras introducía uno de sus largos dedos al mismo tiempo. Lo estaba volviendo loco. Sus manos sujetaban el cabello negro de su jefe y, sin poder evitarlo, empezó a mover las caderas para sentir aún más el toque de este.

Cuando sintió que se iba a correr, Taehyung se separó rápidamente, dejandolo descontento, pero al sentir algo presionando contra su dilatada y húmeda entrada, cerró los ojos por temor al dolor.

Nunca imaginó que llegaría a tener sexo con su jefe, y mucho menos estaba preparado, pero algo dentro de sí lo quería. Quería sentirlo dentro, muy profundo hasta donde había llegado a ver el largo y grueso miembro de su mayor.

Taehyung acarició un lado de su rostro para transmitirle calma.

—¿Quieres esto, Jungkook? —quiso asegurarse mientras dejaba besos húmedos en su cuello.

—Sí, lo quiero dentro de mí, señor Kim —respondió ido.

—¿Señor Kim?

—Taehyung… —se corrigió—. Te quiero dentro, Taehyung —afirmó sintiendo como el mayor se hundía lentamente en él.

Dolía, era una sensación incómoda, pero tenía el conocimiento de que pronto lo haría ver las estrellas.

Despacio, Taehyung comenzó a moverse dentro de él. Saliendo y entrado, dando giros de caderas en busca de su próstata hasta que la encontró y fue cuando Jungkook sintió el verdadero placer. Aquel que ni sus propios dedos eran capaces de hacerlo sentir.

Jadeó y gimió descontroladamente, disfrutando de cada embestida que su jefe le propinaba mientras dejaba chupetones en todo su cuerpo. Aferró sus piernas a la cintura del contrario y lo abrazó por los hombros, sintiendo así más profunda la penetración que cada vez aceleraba más.

—Taehyung… ¡Ah! ¡Taehyung, esto es…! —gemía con los ojos entrecerrados y una expresión contraída en puro placer.

El sexo se sentía tan bien.

Mi Jefe [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora