Ready For The Mayhem

Capitulo 31

Notas:

ADVERTENCIA: Todo está implícito, pero tenga en cuenta que este capítulo podría ser un desencadenante para algunos lectores. Mala crianza y una completa ignorancia y desprecio de lo que Katsuki cree que implica.

Una llamada a media tarde de la escuela de su hijo el miércoles sacó a Mitsuki de la planificación de la próxima pasarela. Aizawa, el maestro de aula de Katsuki, no fue muy franco con ella por teléfono, solo que la escuela tenía cosas que necesitaban discutir sobre Katsuki.

Mitsuki consiguió a su esposo porque probablemente era mejor tenerlos a ambos presentes, así que si era algo serio, ambos estarían informados. En cierto modo, esperaba que fuera una reunión sobre el vocabulario preferido de su hijo o su naturaleza abrasiva, y tuvo que confesar que en parte se lo debía a ella. Él heredó su temperamento después de todo. Ambos eran del mismo tipo de fuego ardiente y se golpeaban la cabeza a menudo como toros luchando por el dominio. No sería la primera vez que la llamaban a la escuela porque Katsuki se peleó o dijo algo inapropiado.

Pero eso no significaba que no se preocupara por su hijo.

Katsuki estaba sentado en una silla frente al escritorio del director, luciendo sombrío y preferiría estar en cualquier lugar menos aquí. Ella debería estar regañandolo por mostrar la actitud de sus maestros y ni siquiera darse la vuelta para saludar a sus propios padres, pero la parte más sensata de ella decidió no hacerlo.

Después de todo, tienen una audiencia en esta sala y es mejor tratar algunas cosas a puerta cerrada.

"Quiero comenzar diciendo que Bakugou no está físicamente enfermo ni tiene ningún problema con la escuela. Tampoco se observa una disminución en sus calificaciones ni ningún otro problema por el estilo". El director Nedzu fue quien los saludó y Mitsuki inmediatamente sintió que algo andaba mal. Un pequeño problema no requeriría una reunión privada en persona con el director.

"Si no está en problemas, perdóname por ser franco: ¿por qué estamos aquí?" Mitsuki cruzó las piernas. Todavía tenían mucho trabajo por hacer para el próximo espectáculo. Si bien esta vez no estaría en la pasarela, estaba preparando el escenario para ellos y todavía había problemas operativos que debían resolverse.

Su hijo era un niño independiente y sobresalía en todo lo que hacía. Nunca necesitó demasiada orientación, lo que a menudo le producía a Mitsuki sentimientos contradictorios. Por un lado, estaba contenta y orgullosa, pero a veces tampoco se sentía necesitada como madre.

El director Nedzu levantó una pata. "Nos ha llamado la atención que Bakugou parecía estar tomando algunas decisiones cuestionables en el campo de las relaciones".

"¿Relaciones?" repitió Masaru pero no era una explicación tan descabellada. "Sí, nuestro hijo sale muy fuerte, lo que podría asustar a la gente y, a pesar de lo ruidoso que es, en realidad es bastante reservado o introvertido".

"Sí, tiene un poco de dificultad para hacer amigos", agregó Mitsuki. "Puede concentrarse demasiado en un objetivo y olvidar que también hay otras cosas importantes en la vida".

Katsuki siempre tuvo un grupo de gente con quien rodearse. Mitsuki sabía que su hijo era como el rey de la jungla entre los niños del vecindario. Las chicas comenzaron a enviarle cartas de amor en la secundaria y él tenía su apariencia, por lo que no era sorprendente que la gente lo encontrara físicamente atractivo. Sin embargo, no lo había visto traer a nadie a casa y, en general, no parecía que estuviera interesado en tener citas. Katsuki estaba más interesado en entrenar que en charlar por teléfono durante horas o salir en citas.

Mitsuki también fue dolorosamente consciente de algo más oscuro. Su hijo no veía a los otros niños que acudían a él como iguales, o más bien, los estaba tratando como NPC en un juego. Le dio dinero a un empleado para comprar cosas, hizo su parte cuando se le dijo, bromeó con sus compañeros de clase, dio las gracias a los maestros oa los ancianos locales que vivían cerca... todos tenían un guión y un papel del que nunca se desviaba. No eran personas a las que abriera su corazón o que realmente le agradaran. Solo hizo las cosas educadas y se olvidó de cada interacción una vez que terminó. Katsuki no se molestó en recordar sus nombres ni se preocupó activamente de quién flanqueaba su lado.