Pj Shipping Week.

Tercer día: Reverse AU.

*Dark Owl: Búho Oscuro —Ululette.

*Night Panter —Catboy.

Al Ninja Nocturno no le ví la necesidad de cambiarle nombre.

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La mira molesto, un poco enojado y perdiendo la paciencia de una forma muy rápida cómo el río cuando hay una fuerte creciente. Dark Owl* le regresa la mirada con burla, una sonrisa llena de malicia y una posición que solo denota lo divertida que está con la situación.

El ninja no lo entiende, al inicio todo iba bien ¡Casi a punto de ganarle! Pero, de un momento a otro, las cosas cambiaron; todo paso rápido, tan rápido, que solo recuerda haberse lanzado en una batalla cuerpo a cuerpo contra ella, luego usaron sus habilidades y poderes en una riña poderosa. El Ninja Nocturno pensó que era el momento perfecto para lanzar una mancha pegajosa.

Lástima que tiene una suerte asquerosa que todo le regresa.

Ahora, como final de la reñida batalla, está pegado en un poste de luz con su enemiga enfrente, burlándose de él. Dark Owl se acerca volando, lento y con paciencia, como si tuviera todo el tiempo del mundo, en sus manos, un garrón antiguo que robó del museo junto a sus otros dos compañeros del crimen.

—¡Déjame ir! —exige fuerte y firme, frunce un poco más el entrecejo cuándo la oye reír con gracia.

—Se que te gustan las películas de terror así que dime... —Ella se detiene a escasos centímetros de él, sigue flotando en el aire y, cuando para de burlarse, hace una pregunta diciendo:— Mi querido Ninja de Pacotilla, ¿En cuál el asesino deja ir a su víctima sólo porque ella le pide que no la mate?

Obviamente la respuesta es ninguna. Ninguna de las que ha visto sucede eso pero como tiene orgullo no responde.

—Devuelve eso —ordena demandante pero Dark Owl solo vuele a soltar otra carcajada.

—¿O qué? —cuestiona ella con voz pícara, acercándose un poco más a su cara—, ¿Me darás un beso?

—Yo... —siente la respiración un poco más acelerada y extrañamente sus mejillas se tiñen rojo debido a la poca distancia con ella. Casi siente el aliento de la villana sino fuera por su máscara.

Estaba apunto de contestar, porque es un héroe y no se dejaría intimidar fácilmente por su enemiga, cuando se escucha un fuerte y enojado grito:

—¡Dark Owl es hora de irnos!

Ambos dirigieron su vista en esa dirección y vieron a un Night Panter* impaciente y molesto. La chica rodó los ojos aburrida y volvió a dirigirse a él, aunque separándose un poco.

—Devuelve eso —vuelve a demandar a pesar de que seguramente se ve ridículo haciéndolo ya que está pegado a un poste.

—¿Y si no quiero?

—Me aseguraré qué seas tú quién lo regrese al museo.

—¿Es una cita? —Dark Owl expresa con coquetería, tan digno de ella—, entonces te veo luego, querido.

Ella le guiña un ojo en forma de despedida, sujeta bien el garrón y se va volando sin darle tiempo a responder. La ve alejarse y el Ninja Nocturno piensa «¿Cómo saldré de aquí?» Si ninguno de sus amigos héroes aparece.

Sonríe de lado en apenas una comisura de sus labios, diablos, llegaría tarde a su cita.