"Dicen que murio de frio, yo se que murio de amor."

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Hace mucho tiempo, ya empiezo a olvidar cuanto, vivia una joven reina, era muy amada por sus subditos ya que siempre estaba trabajando para ayudar a los habitantes de su reino. Su nombre era Elsa. Yo la amaba, era mi hermana, juntas desde siempre y para siempre, o eso se suponia.

Ella tenia a quien querer, era su "mejor amigo" el principe Hans de las Islas del Sur. Iban juntos a todos lados, de hecho, Hans era como un huesped permanente en el castillo.

Hans era un joven muy amable, abierto con todos, calido y jamas se le vio molesto o pretencioso era, al igual que Elsa, muy bueno con todos. Para los que los conociamos mejor nos daba la impresion de que Hans preferiria sacarse el corazon el mismo antes que dejar que algo malo le pasara a Elsa.

Recuerdo sus cabalgatas al amanecer, sus visitas al pueblo y sus bailes en el salon. Yo era muy unida a Elsa y me contaba sus aventuras y se desahogaba conmigo cuando Hans la hacia enojar.
-Que hago Anna?- me decia.
-Dejalo ir, solo deja que se les pase a los dos.-

Cuando cumpli 18, lo recuerdo bien, Hans recibio una carta desde su reino, al parecer su padre estaba enfermo y queria tenerlo cerca y por mas que Elsa insistio en acompanarlo, Hans no se lo permitio.
-No creo que sea la situacion correcta- le decia- ademas, mi madre, mis 12 hermanos y yo es suficiente compania para mi moribundo padre.
-Hans! Calla, no hables asi, no sabes lo que es perder a tus padres.
-De todas formas no creo que sea un viaje largo, no mas de 2 o 3 meses hasta la coronacion de mi hermano mayor, quedate yo volvere por ti.

Asi, un frio dia de diciembre (unos dias despues del cumpleanos de Elsa) Hans partio hacia donde su familia lo esperaba. Todos estabamos en el puerto para despedirlo excepto Elsa. Hans estaba a punto de abordar cuando una voz cantarina sobresalio entre toda la multitud:
-Espera! Hans no te vallas!
-Reina Elsa! Crei que no vendria
-Lo siento Principe Hans, pero no podria dejar que se fuera sin algo para que no me olvidara...a nosotros... a.. a Arendelle quiero decir- dijo mientras sacaba timidamente una bufanda con un lindo bordado del escudo del reino de un lado y el estandarte de Elsa del otro- asi no pasaras frio y me recordaras- agrago acercandose a su oido- la hice yo misma. El tono de Elsa era el mismo que utiliza un nino cuando hace algo bien y espera un premio.
Hans no supo que decir y la levanto en el aire mientras le daba un beso en la boca ante la sorpresa y vitoreos de un reino entero.
-Nunca te olvidaria Elsa, regresare aqui contigo y nos casaremos entonces, si? TE AMO!.
-Esta bien, lo esperare Principe Hans de las Islas del Sur, tenga buen viaje. Yo tambien LO AMO.
-Muchas gracias Reina Elsa de Arendelle, volvere.

Y asi sin mas, se despidieron.

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Fueron tres anos. Tres anos en los que Elsa espero todos los dias el barco que traeria a su "prometido" de regreso. Tres anos de sonar despierta.
En el reino, Elsa seguia siendo la misma persona amable y carinosa de siempre pero en el castillo las cosas cambiaron: se encerraba dias en su habitacion, no bajaba a cenar, varias veces la escuche llorar en la noche, algunas lloro conmigo.
-Porque tarda tanto, Anna? Y si me olvido?
-Eso no pasara. Sabes que Hans te ama, el te lo dijo, no? - Yo la alentaba aunque tambien tenia las mismas dudas pero no soportaba verla sufrir.
Para mi fue como quedarme sola, como si Elsa se desvaneciera poco a poco.

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Una tarde, mientras yo estaba en la cocina se armo un alboroto como si Jesus resusitara de nuevo y un mal presentimiento me lleno el corazon. Entre corretizas y gritos pude enterarme: Hans habia vuelto.
Sin pensarlo dos veces corri escaleras arriba y entre en la habitacion de Elsa sin llamar a la puerta para darle yo misma la noticia. La encontre parada en el balcon con la mirada perdida en algun punto.
-Elsa! Volvio Hans- Le dije con palabras emocionadas en la boca y una punzada de mal presentimiento en el estomago.
-Ya lo se Anna- contesto sin moverse mientras una lagrima rodaba por su mejilla y al instante me di cuenta de que no era precisamente de felicidad.

Me dio la espalda y salio del cuarto. Sin entender su reaccion me acerque al balcon solo para que la verdad me cayera como una cubeta de agua fria, mi estomago y su mal presentimiento tenian razon:
Si, Hans habia vuelto, pero no volvio solo. Tomada de su mano venia una linda joven: blanca, de cabello negro, ojos cafes y lo peor de todo, la bufanda de Hans, la bufanda que Elsa le dio a Hans. Me quede pasmada unos momentos mientras mi cerebro terminaba de asimilar la informacion.
Ella saludaba a todos con una gran sonrisa mientras mostraba el delicado anillo de oro en su mano izquierda y, aunque habia una gran multitud de curiosos, realmente nadie le sonreia de vuelta. No habia duda, era su esposa. Vanessa. Princesa Vanessa de las Islas del Sur.

En cuanto me recupere busque a Elsa sin hallarla, sin embargo me tope con Hans.
-Anna!? Eres tu? Cuanto has crecido- me dijo y me sonrio como si nada pasara como si estos tres anos no hubieran pasado, como si no hubiera roto el corazon de mi hermana, como si no le hubiera pedido que lo esperara y le hubiera prometido amor eterno enfrente de medio reino de Arendelle.
Yo ni siquiera pude soltarle una de las tantas blasfemias y punetazos que le tenia preparados, solo lo mire fijo y segui mi camino. Elsa era mi prioridad.

Pasaron horas antes de que los demas notaran la ausencia de Elsa y no fue hasta que falto a la fiesta diplomatica en honor de nuestros invitados cuando los guardias comenzaron a buscarla en el bosque con antorchas y perros. Para media noche todo el reino la buscaba.
La buscaron en graneros y en el bosque, se volteo el castillo al derecho y alreves. Pasamos la noche buscando.

Era el amanecer cuando empezaron los cuchicheos. El medico la habia encontrado en el rio cerca de las montanas y necesitaba ayuda urgente. Senti un vacio enorme cuando me llevaron aparte para explicarme las cosas antes de dejarme verla.
Al parecer Elsa se habia quedado dormida en la orilla del rio a causa del terrible frio nocturno y cuando este crecio la arrastro a sus aguas congeladas sin que ella pudiera hacer nada. Habia muerto triste y sola, nadie habia podido ayudarla, nadie la habia encontrado a tiempo, ni siquiera yo.

Al principio me lo explicaron con calma y carino dandome palabras de aliento y palmaditas en la espalda; despues todo empezo a ser caotico, al parecer nadie notaba mis mejillas llenas de lagrimas y si lo hacian no les importaba en lo absoluto, empezaron a acribillarme con preguntas y preparativos, permisos, nombres, cosas sin sentido, el funeral, la coronacion...
-Coronacion de quien?- pregunte y por un momento crei que se referian a Hans, ya me habia quitado a mi hermana que mas daba el reino.
-Tuya mi querida nina- me dijo una sirvienta con una cara que delataba la lastima que sentia por mi.
     Claro, el reino no podia esperar a que yo terminara de llorar a mi hermana. No importaba cuantas veces escuchara decir que habia muerto de frio, yo sabia que habia muerto de amor.

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     La enterramos una helada manana de enero. Los ramos eran de lirios y su caja forrada de seda, la procesion la encabezamos el sacerdote, varios funcionarios y yo, la reina regente, detras de nosotros estaba todo Arendelle cargado de flores y veladoras.
     Al llegar a la boveda familiar la pusieron en dos bancos y pasaron a despedirse cientos de personas que le lloraban, dejaban flores y rezaban por ella. Yo solo permaneci de pie junto a la caja, mis lagrimas se habian terminado hace ya varias horas.
     Casi al final de la jornada se presentaron el principe y la princesa de las Islas del Sur. Hans se acerco, beso la mano de Elsa y acerco su frente a la de ella pero sin tocarla. Le susurro algo que se supondria fuera solo para sus oidos que ya no podian escucharlo pero yo lo oi perfectamente:
     -Mi amada reina, la reina del hielo que se dejo morir por alguien que no la amaba- y le dio un ultimo beso en la frente mientras se secaba una lagrima inexistente.
     Y fue entonces, con esas ultimas palabras, que me di cuenta que no la amaba. Nunca la habia amado.

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"UN MINUTO DE SILENCIO POR LOS ACENTOS, DIERECIS Y EÑES CAIDAS EN COMBATE"

Como muchos habran notado mi relato carece completamente de estos tres elementos, no porque sea una super genio y haya escogido solo palabras que no los requieran, mas bien simplemente no los puse, pero todo tiene un porque.
Resulta que el teclado de mi tablet es de tianguis (soy pobre xD) y el que lo hizo olvido que habemos quienes todavia usamos esos insignificantes signos de puntuacion. Por otro lado mi laptop tiene mas virus que un laboratorio de virologia *ba dum tssss* asi que esta en cuarentena hasta nuevo aviso. Por lo tanto la historia se escribira asi hasta que mi super sueldo me de para otro teclado... no se, solo imaginen que los signos estan alli y pos miau.

"MUERTE FRIA" (Helsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora