Mi prometido

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Eileen no sabía que hacer, sus padres acaban de decirle que podía volver a casa, pero había una condició claro, sus padres no harían nada solo por ser buenas personas, querían comprometer a su hijo con el heredero de los Potter.

- Si, lo haré.

- Me alegro que hayas pensado en lo correcto. Dijo su madre.

- Recoje tus cosas, nos iremos hoy a la mansión.

- Si padre, enseguida.

- El niño llevará nuestro apellido, aunque eso no le quita lo impuro, será más respetable.

Corrió a su cuarto y tomo sus pocas cosas y regreso con sus padres para aparecer en su antiguo hogar; estaba exactamente como lo recordaba, su habitación estaba tal como la dejo, todos sus libros, sus fotos, su ropa (que ahora no le quedaba) zapatos todo.

Supo que tomo la mejor decisión, ni a ella ni a su pequeño no le haría falta nada y el era lo más importante.

Unos meses después, ya habían nacido los dos niños y ahí se hizo el pacto, ( ni uno de los dos podría casarse, ni tener hijos con otra persona que no fuera su prometido)

Los niños crecerían sabiendo que era uno para el otro, sabrían que debían respetarce y quererse.

Eileen esperaba que todo fuera perfecto, que Severus amará a James y fuera feliz con el.

Pero las cosas no siempre son lo que uno quiere.

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Un snames, espero les guste.