𝐋𝐨𝐬 𝐭𝐫𝐞𝐬

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Las 7:25 am daban en el reloj de la cocina donde tenía todo preparado para ellos, estaba lista para tener un fin de semana relajado después de todo el trabajo de oficina que había hecho en la semana, esos días iban a ser para dedicárselos completamente, haciendo equilibrio llevó los platos a la mesa, eran tres; uno de mariposas, otro de oruguitas y el suyo de cerámica aqua, que realmente era de él pero por alguna razón ese era en el que quería desayunar, puso los tenedores a juego y cuando todo estaba servido finalmente subió las gradas a la segunda planta de la casa.

Se detuvo al fondo del pasillo frente a una puerta llena de dibujos, habían dinosaurios cuellos largo, nubes, estrellas, caracoles y muchos saturnos de diferentes tamaños, seis de esos eran nuevos, al verlos no pudo evitar sonreír mientras se agachaba a tocarlos, las crayolas en un lado estaban combinadas en diferentes colores sin importar si se salían de los bordes, en cambio en el otro estaban ordenado por tonos sin mencionar que estaban coloreados con extremos cuidado de no salirse de lo bordes, ambos habían aprendido sobre el sistema solar días atrás y al parecer saturno era el planeta favorito, como también el dibujo favorito de la semana.

Sacó su teléfono y antes que nada, tomó una foto, algún día todas esas serían un álbum de recuerdos para mostrar.

Despacio abrió la puerta para entrar sigilosamente y no asustarlos, se acercó a la cama que estaba rodeada por estrellas en el techo con las paredes, con las cortinas de flores cerradas, ahí acurrucados en medio del colchón estaban dormidos pero ni siquiera eso les impedía tomarse de las manos, aún con su consciencia lejos jamás olvidaban que eran dos; se sentó en el borde de la cama sonriendo, viendo como las pequeñas respiraciones elevaban las sábanas hasta que vio la hora en el reloj colgado en la pared, si desayunaban después de las 8:00 am, tendrían problemas para almorzar, así que no le quedó otra opción más que agacharse y comenzar a darles besos.

Los dos abrieron sus ojos casi al mismo tiempo, al verla se tiraron a sus brazos para responderle con pequeños besos, los rizos claros desordenados indicaban que había sido una noche de buenos sueños, la alfa se levantó cargando a ambos para llevarlos al comedor, bajaron entre bostezos aún somnolientos, los sentó en sus respectivas sillas y comenzó a servir la comida, en su cabeza se repetía una plegaria sin cesar, esperaba nada sucediera, hasta el momento todo iba bien, los dos estaban concentrados en tomar sus jugos de naranja aún en silencio por lo que quizá no lo habían notado.

—Mamá—.
—Si bebé— respondió la alfa mientras servía los pancakes.
—¿Dónde está papá?—.
¨Ay mierda, como lo ensayamos, estoy lista, mierda mierda mierda¨; pensó al escuchar la pregunta y ver como los ojos marrones la miraban serio.
—Recuerdan que dijimos que papá iba a salir el fin de semana, porque necesitaba vacaciones ¿verdad?—.
Los dos la miraron sin decir nada y asintieron.
—Pues este es el fin de semana que papá iba a tomar, así que hoy estaremos solos los tres— mintió.

¨Por favor que no vayan a llorar, que no vayan a llorar por favor¨; era lo único que su cabeza podía pensar, no soportaba cuando de esos bellos ojos salían lágrimas, le causaban querer llorar a ella también, era la primera vez que los omegas iban a estar separados de él, por lo que ella estaba tratando de ser lo más suave con sus respuestas, aún no sabía cómo podían reaccionar al no tenerlo cerca.

—¿Dónde fue?— preguntaron los dos al unísono, hasta el momento iban bien, ambos habían comenzado a comer las masas en figuritas que ella había hecho y decorado con frutas que sabía les gustaban, no habían tenido una reacción mala al saber que no estaba en casa.
—Mmmm podríamos llamarlo más tarde, ¿no creen? quizás al terminar los platos, bañarnos para que nos vea limpios y cepillarnos— les respondió sentándose frente a ellos para comenzar a comer también.

Melodía de VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora