Vida

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El sol, una cosa increíble, aparece, te alumbra todo y luego, de la misma forma en la que aparece, se va, desaparece y te deja con la oscuridad tan radiante que te proporciona la luna, es increíblemente bello y hermoso, me transmite tanto que no se ni como escribir.


En que momento la vida nos obliga a pasar de ser niños a adolescentes, a preocuparnos por nuestro aspecto, a llevarnos a limites que no queríamos llegar, a rayarnos tanto que no comprendemos nuestra cabeza y no comprendemos como hemos llegado ha este punto, al punto de que la ansiedad, la depresión y otros trastornos toquen a tu puerta gritándote para entrar.


Angustia, todos hablan, tu estas atrás, no terminas de leer, todos hablan, hablan, hablan, hablan, bla bla bla... De nuevo estas fuera de juego, fuera de lugar, perdida en tu cabeza, sobrepensando si estarán hablando de ti o de con cuantos se liaron anoche, pero caro, tu en ese momento solo eres capaz de pensar que te estarán criticando y no eres capaz de llegar más lejos, te quedas en el rincón donde te criaste, apartada, sin nadie con quien hablar, con quien tener una conversación sin pensar que después ira contándolo todo a cualquiera.

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