2.- La nostalgia della famiglia

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*En la camioneta*

El señor Gambino lleva una copa de Whisky.

— Igor ¿Ya investigaron dónde se está escondiendo la rata de Santino? — da un trago corto a su vaso de alcohol mientras mira por el retrovisor a los ojos del conductor.

— Si amio, los hombrres del dirrector Casias lo tienen secuestrriado en unia bodiega abiadonada, estábamios espierrando su llegada parra seguirr con sus orrdienes — Gambino asiente con la cabeza y dirige su mirada al paisaje hermoso que a lo lejos tenía su casa.

— Es triste Igor, pensaba que Santino era la mia famiglia — da un trago más a su whisky.

— Bueno señiorr Gambino usted sabie que Igor no tenerr sentimientos, pero si a usted no le gustarría quitarrle la vidia a su cuñiado lo puedo hacierr yo con gustio... nunca he torrturriado a nadie comio usted, podrría empeziarr con Santinio — el viaje era corto, se dirigen a un pequeño helipuerto escondido a la orilla de Venecia donde al señor Gambino lo estarían esperando para llevaro a con Santino y después a los laboratorios.

— ¿Nunca has torturado a nadie, Igor?, yo te enseñaré como se hace, es algo totalmente sublime, disculpa lo que diré amigo mío, pero para disfrutarlo en todo su esplendor tendrías que ser un humano en su totalidad pero yo me aseguraré de que puedas rozar esa sensación — se ríe un poco dando el último trago a su whiskey debido a que el helipuerto estaba a la vista.

— Perrfiecto amio Gambino, yo aprrienderr del mejiorr, vamios hemios llegado — Igor detiene la camioneta, lentamente baja y le abre la puerta al Sr. Gamino que sin que se diera cuenta, le quita las llaves de la camioneta a Igor de su saco negro.

Se encuentran con Ernesto Casas director de la policía de Italia, Fedor joven amigo, Wang Cheng líder de la mafia china, detrás de ellos un hombre encapuchado con un arma larga.

Dante se acerca a pasos cortos, acerca su mano a cada uno y estos dejan un pequeño beso en el anillo de plata con una cruz religiosa.

Todos a excepción de Fedor tenían más de 50 años, pero el mayor y líder de la organización era Dante.

— Ben arrivato (Bienvenido) Señor Gambino — le dice Fedor con mucho gusto y energía mientras sostiene una sonrisa sincera hacia él, de verdad lo estimaba y lo respetaba mucho. Fedor era un chico muy inteligente que había creado a un robot humano, Igor; al principio estaba con la mafia Gambino porque necesitaba dinero para más proyectos pero terminó siendo buen amigo de todos y se hizo socio de ellos en todas sus movidas.

— No tenías por qué venir personalmente Gambino, si alguien te ve, se acabó todo, yo podía haber acabado con él — Le dice Ernesto Casas, Dante se acerca a él y lo toma por los hombros.

— Amigo mío, los cuatro sabemos que esto tengo que hacerlo yo, además ya estoy viejo, necesito algo de acción antes de retirarme, ustedes siempre se quedan con lo divertido... Wang amigo, ¿Cómo se mueve el producto por tus hermosas tierras?, ¿Qué tal va el entrenamiento de tu sucesor? — deja a Casas, se acerca al chino y caminan juntos en dirección al helicóptero.

— Todo va bien señol Gambino, a veces la policia se mete donde no les impolta pelo con una llamada a Casas todo se telmina en cuestión de segundos, hacemos un buen equipo, ojala y no tuvielamos que letilalnos... y mi hijo Hai, va bien, aplendiendo cada día, selia bueno plesentar a tus hijos con el mío, así pueden seguil con esta bonita tladición, aunque aún son muy jovenes, además ninguno sabe de la existencia de los otlos — se ríe un poco y da unas pequeñas palmadas en la espalda del señor Gambino, seguido de esto todos suben al helicóptero. Las hélices comienzan a girar y en cuestión de segundos ya estaban en el aire.

— Bonita tradición van a seguir los muchachos joder jaja — dice Casas mirando por la ventana empuñando un rifle.

— Oye Casas tu también tienes dos hijos ¿No es así? — le pregunta Fedor y Casas voltea a ver a sus amigos con nostalgia.

— Así es Fedor, pero me gustaría que David y Andrés pudieran vivir una vida diferente, bueno, no es un secreto que los separé para que no supieran uno del otro, uno vive en Marbella y otro en Londres, además ninguno de los dos tiene mi apellido, saben que soy muy cuidadoso con mi familia, ¿imagínense que se convirtieran en policias pero de esos honestos?, que hasta les digan "Comisario" jaja seria de locos — mira al suelo mientras convierte esa sonrisa en tristeza, porque sabe que cualquiera que sea el futuro de sus hijos él no podrá verlo de cerca. Fedor toca su hombro en señal de apoyo, Casas lo mira, sonríe y de nuevo lleva su vista a las afueras.

— Esperemos que el futuro de nuestros muchachos sea mejor que el de nosotros — dice Fedor tranquilamente esperando consolar a los tres padres que se encontraban frente a él.

— Escucha Fedor, y tú ¿Por qué no has tenido hijos aún?, se te hará tarde para formar una familia, comparado con nosotros aún eres joven, pero comparado con la edad de nuestros hijos ya eres abuelo — regresó su mano a su rodilla y con la otra toca el hombro del conductor del helicóptero, Igor.

— Él es mi familia, lo cree para eso y no necesito a nadie más que a él y a ustedes... — Algo pasaba en ese helicóptero, había un silencio melancólico que se tornaba lentamente a muerte, sólo las hélices y el sonido del aire rompían esa sensación tan triste.

— ¿Recuerdan cuando fuimos los cuatro a México para ver si era factible vender el producto ahí? jaja — cortó el silencio Casas y comenzó a reír a carcajadas.

— Ohhh si lo lecueldo, lo lecueldo que Fedol se asustó polque nos dejalían vendel lo que quicielamos sólo si se acostaba con él jajajaja — Wang se golpea las rodillas con sus manos mientras se ríe, seguido de Casas y Gambino, este último tose un par de veces debido a su avanzada edad.

— jaja fue un viaje divertido, y aunque al final no conseguimos nada al hablar con el líder del cartel nos sirvió para aprender cómo esconder la droga — dice Gambino mirando simultáneamente a Fedor y Wang.

— Era un puto loco ese hombre, en cuanto empezó con sus mierdas de querer llevarme con el a... ¿a donde era? — mira hacia arriba con una de sus manos en su barbilla tratando de recordar.

— ¡Sinialoa! — grita Igor desde la parte de adelante.

— Ándale, Sinaloa, que asco me dió ese gilipollas — los demás seguían riendo mientras Fedor contaba su perspectiva de la historia.

— Bueno, pero eras un chaval, aún lo eres y te cuidamos siempre, recuerda que eres el que más futuro tiene de los cuatro, no lo olvides nunca — le dice Casas mirándolo seriamente, mientras que Gambino y Wang asienten con la cabeza.

El viaje se llevaba tranquilamente y ahora después de reír un poco faltaba hablar del futuro de Santino.

— Bueno y ¿Qué vas a hacer con Santino?, Yo sólo te recuerdo que es el único hermano de tu esposa — le dice Casas mirándolo seriamente.

— Santino, Santino, Santino... ¿Acaso intentas persuadirme de lo que sabemos que merece Ernesto?, porque te recuerdo que no tendría los lujos que tiene de no ser por nosotros — con el dedo índice señala a Casas levantando un poco la voz.

— Y nosotros no tendríamos producto el cual vender si no fuera por él — le contesta el hombre castaño.

— ¿Y qué quieres que haga?, ¿que le perdone el intentar vendernos con el FBI?... imbécil, pensó que porque esos perros están en otro continente no estarían en nuestro bolsillo, pero se equivocó, lo bueno fue que te avisaron de esa reunión lo antes posible Casas, este será su fin y la droga que "Pega al instante" será completamente nuestra — Gambino se acomoda su traje caro y golpeó amistosamente el hombro de Casas.

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La Primera Caída de los GambinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora