4.- El Final I

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El Señor Gambino, Casas, Wang y Fedor habían llegado a los laboratorios, en la parte de abajo, en un calabozo tenían a Santino secuestrado, al bajar del helicóptero había dos camionetas grandes para llevarlos.

— Igor, antes de ver a Santino vamos al laboratorio, quiero mirar como va la producción — dice el Señor Gambino mientras camina frente a todos lenta y tranquilamente, Fedor y Casas se miraron entre sí algo confundidos, pues pensaban que Gambino quería terminar con el tema Santino de una vez por todas.

— ¿¡Pelo no te estalas alepintiendo veldad Gambino!? — le dijo en voz alta Wang desde la parte trasera de la fila, Gambino se detuvo y volteó a verlo por encima de su hombro.

— Ese maldito tendrá lo que se merece, pero primero son los negocios y después las ratas — siguió caminando y entró a la primera camioneta que era conducida por Igor, Fedor subió al lado del Señor Gambino, los demás subieron en la otra camioneta y empezó el viaje hacia el laboratorio que se encontraba a 10 minutos.

— Fedor, sabes que siempre he tenido un gran instinto para los problemas y hoy amigo mío, es el peor presentimiento de todos los que he tenido a lo largo de mi miserable vida — pensativo le dice al joven mientras fija su mirada hacia afuera — cuando todo se vaya al carajo hoy, quiero que tu e Igor se regresen a Rusia de inmediato, cerca de Vanavara hay un almacén a tu nombre lleno de armas y dinero, hay unas personas en Marbella interesadas en comprar, tendrás que ir hacia allá y empezar a mover esas armas, los contactos están en una agenda que se encuentra en la misma bodega, en esa agenda hay un par de números a los cuales tendrás que llamar, no te preocupes, ahí vienen las instrucciones exactas — Igor mira discretamente por el retrovisor la expresión de sorpresa de Fedor y regresa la vista al camino.

— ¡Pero qué cojones es lo que estás diciendo Gambino!, ¿Te has vuelto loco o qué? — se mueve de su asiento en repetidas ocasiones y revolotea con sus manos mientras mira confundido al Señor Gambino que sigue mirando por la ventana.

— Si te preocupa que sólo te haya dejado cosas a ti Fedor, no es así, a Hai el hijo de Wang le dejé el Vanilla de Marbella, y a los hijos de Casas dinero, no tienes por que preoc—

— ¡NO ME REFIERO A ESA MIERDA GAMBINO! — levantó la voz y Gambino tranquilo lo mira fijamente — Lo siento, no era mi intensión levantarte la voz... pero, pero como pretendes despedirte ahora despues de todo lo que hemos pasado, no voy a aceptar ni esas armas ni ese puto dinero, yo quiero que sigamos como hasta ahora, tal vez tus hijos entren al negocio un día, ahora están algo jóvenes pero—

— ¡ELLOS! no tendrán la necesidad de meterse en toda esta mierda, Toni es muy inteligente sabe que este tipo de cosas no llevan más que a la muerte y Carlo ... bueno, él es un caso especial, pero confío en que su hermano mayor lo tendrá en cinta y no lo dejará solo, tengo escondido todo el dinero que llevo ganando estos últimos 40 años, no tendrán que trabajar nunca, nadie sabe la ubicación más que Igor, ¿Verdad amigo? — voltea hacia Igor con una sonrisa.

— Igor conocie la ubicacion del dinierro y tienie la orrdien de amio Gambino de nio darrselia a niadie — Fedor mira intrigado a Igor y después a Gambino pues desconocía esa orden.

— ¿Y tu pretendes que yo venda armas y ande feliz de la vida jugando a ser un puto mafioso en Marbella mientras tu estás a tres metros bajo tierra? — Gambino saca un puro y lo enciende mientras mira al joven.

— Fedor... yo también era muy temperamental a tu edad, quería dispararle a todo el mundo cuando le faltaban el respeto a la mia famiglia... que curioso tal vez por eso Carlo y yo casi no congeniamos, ahora que lo pienso también nos parecemos mucho, en fin claro que ahora con mi experiencia no me permito ser tan estúpido Fedor, acepta el dinero y las armas, sólo te pediré una cosa a cambio, si en alguna etapa de tu larga vida te topas con algúno de mis hijos, ayudalos, ayudalos en lo que puedas, pero jamas escucha JAMÁS digas que me conociste ni todo lo que sabes de mi, que no sospechen que los ayudas por un amigo del pasado, déjalos que cometan sus errores pero pon atención a sus movimientos, en ellos verás mi recuerdo, y de esa manera podré trascender en tu memoria... ¿Capchi? — Fedor tenía una expresión de melancolía mientras miraba el suelo de la camioneta, se había resignado a aceptar el trato.

La Primera Caída de los GambinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora