Los vestidos que use en mi juventud cambiaron los colores de mi personalidad
olololololololo
Estoy ebria, estoy ebria, amado mío.
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Los tres desastrosos, cabezas huecas, los dolores de cabeza de Brunhilde, estúpidos, idiotas y todos los apodos existentes y por haber, representaban correctamente a Zeus, Shiva y Loki, trío de patanes que causaban siempre un nuevo revuelo por el Valhalla, ya sea buscando riñas, gastando bromas, "modernizando" con sus costumbres a dioses menores que horrorizados, no tardaban en alzar quejas a los superiores (aguafiestas pues)
—¿Y si vamos al panteón japonés?— Shiva de pronto se le prendió su oxidado foco, después de aburridas horas en beber y comer debajo de un árbol en compañía de los otros dos, que antes esa propuesta tentadora también se sentaron—
—¡De una!— Zeus ya podía comenzar a caminar campante—
—Oye, baboso ¿Siquiera sabes dónde queda?— Loki sonríe con burla, porque aquí su compañero no tenía ni idea de qué parte del Valhalla se encontraba parado, como para querer ir a joder a las deidades niponas que solo Brunhilde sabía dónde se encontraban—
—Yo les hago un tour— Shiva con su deslumbrante sonrisa, se los lleva a empujones amistosos fuera del pequeño parque— cuando Adán mando a celebrar nuestra victoria, Raiden me dijo que siempre sería bienvenido en su casa, osea su panteón
—Casa y panteón no es lo mismo— cuestiona escéptico, colocándose ambas manos detrás de la nuca, moderando su caminar—
—¿A donde tan gallina, Loki?
—Al menos yo soy lo suficientemente cobarde para querer vivir, ¿sabes que en ese panteón está ese niño de ojos endemoniados y el dios número uno en querer matarnos? Discúlpame, pero yo aún tengo una cita pendiente con Rasputín
—Bien urgido que estás— murmura el indio, ojeando los pasillos y tratar de recordar para que lado se debía ir—
—¿Ah? ¿Tú con que derecho? ¡Seguro ya te has acostado con ese dios!
—¡¿QUÉ!? ¡No, claro que no! ¡Él es casado!
—Créeme que los dioses serán todos menos fieles
—¿Adán habrá sido infiel?— de la nada Zeus se lo cuestiona como una pregunta filosófica— ¿Que dic-
—No, es muy pisado— respondieron los otros dos al unísono, mirándolo como si hubiera dicho otras de sus estupideces sin sentido—
~ • ~
—¡Aja! ¡Por aquí!
Casi arrastrándose, encontraron esa preciada residencia bien entrada la noche, Loki y Zeus querían ahorcar a Shiva por su patética orientación, así que esperaban que la deidad los reciba tan cálidamente como se les había prometido o en definitiva habría sangre.
