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No necesitaba pensarlo mucho, Soobin sabía bien lo que había sucedido, y desgraciadamente no era la primera vez.

"¿Papá?" él llamó, con duda, pero su padre no hizo amagos de girarse a mirarlo y continuó rebanando las verduras para la cena.

Soobin no podía simplemente abandonar la cocina y pretender que nada pasó.

No podía, mas posiblemente lo haría.

"¿Qué te hizo?" le preguntó a unos pasos de distancia. Lo vio tensarse y encoger los hombros en un gesto vulnerable, y sabía que fue él el responsable del estado de su padre y de los vidrios de un vaso roto tirados a un lado del comedor, lo sabía porque su aroma -también amargo- estaba presente "¿Qué fue ahora?"

"Ve a tu habitación, amor. Te llamo cuando la cena esté lista" el omega evadió de forma calmada, con su usual voz tranquila que solo ocultaba sus verdaderos sentimientos.

Soobin dejó caer los hombros, derrotado e inconforme con la respuesta, y parecía que el ciclo se repetiría, pues subiría a su habitación como era usual, se recostaría en su cama mirando al techo mientras sus audífonos reproducían música a todo volumen y de verdad esperaba que sus problemas dejaran de existir por ese efímero instante, mas era consciente que al bajar las escaleras, una hora después, la cocina seguiría repleta de tensión y el amargo aroma de su padre provocado por sus emociones, y es que, dieciséis años de vida le habían dado la suficiente experiencia para saberlo.

Sabía que nada habría cambiado y el tiempo en el que intentó ignorar todo había sido en vano, porque los problemas lo rodeaban y escapar de ellos no era tan fácil como solo cerrar los ojos y dejar que el tiempo avanzara.

"¿Estás seguro?"

"Sí" No

"Bien" el jóven alfa cedió, apretando las correas de su mochila que aún llevaba, y no había más que un sentimiento de angustia y desconcierto que lo invadía y del cual no se podría deshacer tan fácilmente, mas lo único que podía hacer en el momento era intentar ignorar.

Ignorar. Como era costumbre.

Intentar. Porque no lo lograba.

"Estaré haciendo tarea en mi habitación" él le dijo, asintiendo con la cabeza y sin atreverse a verlo a los ojos, porque sabía que si lo hacía se encontraría con su mirada vacía y apagada, llena de tristeza y pena.

Su padre se giró a mirarlo mientras se secaba las manos en su delantal, Soobin lo miró, bajando la mirada por los centímetros de diferencia y sus cejas se enarcaron hacía abajo cuando vio las temblorosas manos de su padre aproximarse a sus mejillas.

Pronto recibió un beso en su frente, uno de labios fríos y sentimientos sinceros.

Sus ojos se humedecieron ligeramente, porque Soobin por más alfa que era y por más estereotipada que había sido su crianza, nunca podría ser indiferente a su padre y lo que le demostraba.

"Te quiero" el omega finalizó.

Pero en el querer de Jungkook, no estaba que Soobin, su hijo, soportara los problemas de una familia disfuncional sin remedio.


-Lua

Un Otoño Que Nunca Ocurrió || Taekook || OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora