Sinopsis: El gran emperador del universo, Freezer, acaba de destruir a todos los Saiyajins del planeta Vegita, incluyendo al príncipe Vegeta y a un joven prodigioso Broly. Y todo para evitar el despertar del Legendario Super Saiyajin... Pero lo que...
- Esto no es villa Pingüino. - Hablaría un misterioso ser trepado en una palmera.
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Dejando de lado a Tori-Bot...
La cámara se enfocaria en el mar y en el grito de asombro de un niño con cola.
- ¡¡WOOOOW!! - Exclamaria Gokú en la playa observando el mar.
Narrador: Finalmente tras varias horas, Gokú y Bulma llegaron al mar al atardecer.
- ¡Asi que este es el mar! ¡Es enormeee! - Sorprendido y emocionado, Gokú exclama.
- Bueno tortuga, este es tu hogar ¿No? - Algo divertida de ver la reacción del niño, la adolescente le dirige su atención a la tortuga de mar parlante.
La cual observaba el mar con lágrimas en los ojos.
- D--despues de tanto tiempo... ¡¡Al fín volví a casa!! - Exclamaria feliz.
- Me alegro por ti tortuga de mar. - Feliz por la tortuga, Gokú le diría.
- Sí, y todo gracias a ti Gokú.
- ¿Y yo qué? Yo también te traje. - Reclamaria Bulma...
Ignorando el hecho de que fue ella quién no quería ayudar a la tortuga para nada y que solo los acompañó por miedo a quedar sola sin su "guardaespaldas"
La tortuga de mar la mira neutral para luego darle a Gokú una mueca de agradecimiento.
- ¿Podrías esperarme aquí? Quiero darte un obsequio por tu ayuda, Gokú. - Le pediría amablemente la tortuga.
- ¿Un obsequio? ¿Cuanto tardarás? - Trataría de saber Bulma.
- Mañana al amanecer estoy de vuelta.
- Por mí no hay problema. Te esperaré tortuga de mar.
- Llámame Umigame.
- Okey, Urigame. - Le responde Gokú a la tortuga pronunciando mal su nombre por accidente pero Umigame lo dejaría pasar.
- ¡Esperen un momento! ¡No podemos esperar tanto! ¡¡Solo tenemos hasta fín de mes para encontrar las 7 esferas antes de que las clases comiencen de nuevo!!
- Para mí no. - Le responde Gokú al reclamo de Bulma, lo que le valió una mirada fulminante de ella. Pero el niño la ignora olímpicamente para mirar a la tortuga de mar. - Te esperaré, Urigame.
