Era la noche del día de las elecciones, todos se habían ido a su casa después de la conmoción de aquel día, habían quedado agotados con las elecciones y con la nueva noticia de que Titi... No Titi, pero claro, eso no era algo que cierta persona la cual se había encerrado en su hogar supiera.
Estaba vuelto bolita en aquella mata roja sobre su cama, su rostro se veía demacrado, sus ojos normalmente alegres estaban rojos por lo tanto que había llorado. Su mirada observaba la piedra de su hogar como un punto muerto, no podía pensar nada, no había nada que pensar de hecho. Todo era claro... Sus esfuerzos, la candidatura perdida, LA TRAICIÓN.
Su corazón dolía demasiado, la rabia que crecía en su interior le quemaba por dentro, mordió sus labios resecos, dolorosos de tanto que los había estado magullando desde las últimas horas.
De pronto escucho que las puertas de su portón se abrieron y eso llamó su atención, ¿Quién mierdas había entrado a su propiedad? Hoy no quería verle la cara a ninguno de esos pedazos de mierda de héroes de Karmaland, ni a Rubius... Aunque con él no estaba exactamente enojado, sabía que había algo en esa votación porque el oso le había asegurado su voto y si bien el híbrido era un pendejo, había algo que no era... Un buen mentiroso.
A Rubius las mentiras se le notaban, eran tan claras como el agua... Él definitivamente había votado por él.
-¿Quacks?
¿Cuándo había entrado?
-¿Qué chingados quieres...?-Habló con su voz grave, no se iba a girar a verle, vomitaría si lo hiciera.
-Quacks... -Habló con esa voz suave, los pasos se acercaron a él, el híbrido pato se hizo más pequeño cerrándose sobre si cubriéndose con la manta-Quackity, debemos hablar-Sintió una mano tocar su cuerpo cubierto, entonces, solo con ese toque su ira explotó.
-¡NO ME TOQUES, HIJO DE TU PUTA MADRE!-Había salido de su escondite, sus alas amarillas, generalmente escondidas en aquel suéter, salieron y se desplegaron, totalmente tiesas, eran pequeñas pero lo hacían ver intimidante. Como una fiera, los ojos de Quackity se fijaron en los rojizos de Luzu-¡VETE DE MI CASA!
-Quackity escúchame--
-ESCUCHARTE NI MIERDAS, CABRÓN-Gritó, Luzu se había atrevido a entrar en su casa, lo hubiera aceptado antes, ahora... El castaño no tenía ese derecho-NO QUIERO OÍRTE, NO QUIERO VERTE, CONFÍE EN TI ¿Y TÚ QUE HICISTE? ¿¡QUÉ HICISTE, LUZURIAGA!? ¿TE PARECIÓ GRACIOSO? ¡LANZARTE FRENTE A TODOS CUANDO SABES CUANTO ME COSTO DECIDIR LANZARME A LA MALDITA CAMPAÑA! ¡ME DEJASTE EN RIDÍCULO!
Cada paso que Quackity daba hacia Luzu, este retrocedía hacia la puerta de la casa, las lágrimas empezaron a salir del rostro de Quackity mientras sus dientes chocaban, el pecho del híbrido pato empezó a expandirse y contraerse de manera rápida a como este respiraba. Todo el rostro de Quackity estaba rojo hasta los cabellos.
-Confíe en ti, Luzu-La voz profunda de Quackity, cambiando los gritos a algo más suave, hizo que Luzu se sintiera mal, en general ver a Quackity en esta situación, siendo la primera vez en toda la estadía de Karmaland le estaba dejando un mal sabor de boca-Confíe en ti, como me pediste el primer día, pensé en ti como algo más que un amigo, y te juro en nombre de todos los dioses de este maldito lugar... -Un fuerte trueno se escucho a lo lejos, haciéndoles temblar. Al parecer Quackity no era el único enojado- que voy a hacer una investigación ardua sobre hoy y de lo que me enteré, Luzu. -Quackity tomó al castaño de sus bíceps empujándolo a una de las paredes de su casa, justo al lado de la puerta de salida. El nuevo alcalde estaba sorprendido por la fuerza que Quackity de pronto tenía- Vas a pagar tú, destruiré todo lo que tú amas y después... Te voy a matar a ti, Luzu. Así como tú me mataste hoy.
-Quackity, solo cálmate y hablemos un poco, hay que dejar esto ir... Mira te vengo a proponer y avisar de algo que a ti te concierne---Luzu fue silenciado ante la repentina aparición de unos iris dorados tal oro, en los ojos usualmente marrones de Quackity, Una de las manos de Quackity se aferró a uno de los bíceps de Luzu y lo jaló hasta la puerta en la cual él se sostuvo del marco-¡Quackity!
-Jódete, Luzu-Y con eso le pego una patada en el pecho al castaño dejando al castaño tirado en la arena, definitivamente... La había cagado en grande-Y de verdad espero que el maldito karma te llegue, Alcalde de Karmaland-y con ello cerró la puerta de un portazo. Sin importarle nada más, Luzu se quedó perplejo mirando hacia la puerta de madera. ¿Qué acaba de pasar? Todo fue tan rápido, Luzu se recompuso, sintiendo un dolor en su pecho, justo donde Quackity lo había golpeado, quizás le había roto una costilla.
La había cagado... En grande.
÷[🗡️] ÷
Quackity lo había decidido, se iría del Karmaland por un tiempo. Sentía que era lo mejor para él, antes de llegar a este pueblo él había estado solo, volver a estarlo no era un problema para él... Decidió dejar a Osito Bimbo con Rubius por un tiempo, no sabía cómo se llevarían, puesto que ambos eran osos, pero era al único que le podía dejar el único animal que seguía con vida.
Preparando una mochila con su ropa, herramientas, picos y su sombrilla escucho que golpeaban la puerta de su casa-Como sea el puto Luzu de nuevo... -Murmuró entre dientes arrastrando sus pies hacia la puerta, donde tomó el pomo y la abrió con cuidado. Pero al mirar al frente, no encontró a nadie.
-¡DU!-Ah sí... abajo. Al mirar abajo encontró a Titi quien al ver que le había abierto la puerta empezó a saltar de la emoción. Él parpadeó suavemente mientras observaba al jodido niño, no sabía qué hacer.
-No deberías estar aquí-Fue todo lo que le dijo, pero lo dejó entrar. El cielo seguía oscuro, el pequeño entró a su casa y él cerró la puerta-Deberías estar con tu madre, ¿Qué haces afuera?-Pero antes que se pudiera girar a ver a Titi, le llegó un olor azufre y sintió dos brazos recorriendo su cintura antes de abrazarlo, su mirada bajó encontrándose con dos brazos de piel roja y camisa blanca manga larga. Eso lo asusto, al girar su rostro se encontró con su mismo rostro pero con una cicatriz que venía desde más arriba de su ceja y terminaba debajo de sus labios, su doble de piel roja sonrió, notando un diente de oro.
-Shall we play a game?-Fue lo que dijo esa copia, con su rostro tan cerca del suyo. Escucho la risa de Titi detrás de este ente que empezó a soltar un humo gris, empezó a toser cuadro lo inhaló, poco a poco empezó a sentirse asfixiado, ¿Qué estaba pasando?
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𝙈𝙖𝙡𝙖 𝙨𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 | Luckity
Science Fiction"¿Tuviste que hacer eso? Cuando pensé que podía confiar en ti. ¿Tuviste que arruinar lo que estaba brillando? Ahora, todo está ardiendo. ¿Tuviste que golpearme donde soy débil? Bebe, no pude respirar. Y clavarlo tan dentro, es como colocarle sal a l...