Había pasado casi un mes, Karmaland había estado muy tranquilo después de las elecciones y con tranquilo pues... Era tranquilo, con las primeras nuevas leyes se habia ilegalisado el uso de minas, de ciertas armas y otras cosas que pudieran fastidiar a los ciudadanos. Asi cómo también otras ilegalidades, al principio a ciertas personas, le había costado demasiado acoplarse pero estaban trabajando en eso... Porque si no el nuevo cuerpo de policía no iba a ser tan gentiles con ellos.
El alcalde Luzu había estado cambiando cosas para mejorar al pueblo, su despacho estaba abierto para que cualquier persona le comentara sus inquietudes; Había cambiado un poco de apariencia, después de todo el nuevo alcalde no podía parecer un.... Un loco de centro... Como cierta persona decía.
Luzu suspiro mientras se acercaba a ver por la unica ventana de su oscuro despacho al hermoso pueblo de Karmaland con los colores del atardecer, estaba muy calmado... se sentía casi vacío sin la risa y la voz alta de esa persona, miró al volcán con su gran publicidad, el Volcasino solo lo volvió a llevar a pensar en ella, como le extrañaba; Él... Él lo hizo por su bien, si Quackity llegaba a ser alcalde de Karmaland iba a estar expuesto a todo el mundo, se podían aprovechar de él, podían hacerle daño.... Pero más daño le terminó de hacer él cuando le arrebató la alcaldía.
Se decía que Quackity estaba trabajando en el Volcasino, pero que lo hacía por las noches, no se había animado a asomarse por respeto al espacio del híbrido pato teniendo en cuenta como había resultado la última vez que se vieron, temía que volviera a pasar, Quackity había estado muy fuera de control y si se ponía de la misma manera en público, no sabía cómo le iba afectar a él. No podría perdonarse el volver a sentir mal a Quackity... Su odio... Ya era suficiente para él.
—¿Alcalde Luzu?—Escuchó el llamado de su secretaria conjunto a unos toques a su puerta, eso lo trajo de nuevo a la realidad. Se despegó de la ventana mirando a la puerta, aún de pie.
—Puedes pasar.
Una mujer rubia de camisa blanca y falda de tubo azul entró, en sus manos tenia unas carpetas y detrás de ella venía nada más ni nada menos que el Oficial Matute del cuerpo de policía, Dioses, ¿Qué pasaría ahora? El oficial lo miró directamente habiendo una inclinación con su cabeza mientras su secretaria ponía las carpetas en su escritorio—Alcalde Luzu—Saludo el policía y él se acercó a él estirando su mano para un apretón de manos, el cual fue correspondido.
—Oficial Matute, que bueno verlo por aquí—Dicho eso hizo una seña con su mano a la silla frente a su escritorio—Siéntese, ¿Qué lo trae por aquí?
Su secretaria pareció decidir que no se iba a quedar en el despacho ya que salió de este cerrando la puerta, el oficial tomó asiento, Luzu se dio cuenta que se veía un poco nervioso y alterado antes de tomar una de las carpetas, decidió sentarse en su silla de Alcalde. Quizás esto era para largo—Al rededor de estos días hemos encontrado varias partes de cuerpos que humanos, en su mayoría todos hombres, alrededor del bosque de Karmaland, no sabemos cómo ni que que es, o porqué los dejan justamente en el bosque cerca de la casa del héroe Willyrex. Hemos intentado hacer patrullas nocturnas pero no encontramos nada—El oficial entonces abrió la carpeta en la cual se veía una planilla con varias imágenes, eran un brazo y la parte inferior de un cuerpo perfectamente cortado, quizás le dio un poco de náuseas verlo—No sabemos que es pero parece ser una criatura inteligente, sabe realizar cortes precisos y perfectos, en otros casos, deja esqueletos o partes de cuerpo con el hueso completamente limpio.
Luzu pareció extrañado por eso, tomando el otra carpeta, notando que en ese caso, la primer imagen con la que se encontró era una cabeza cercenada; era un hombre, tenía una expresión extraña, ojos cerrados y una sonrisa extraña en sus labios, tenía sangre seca en la frente y una serie de pequeñas marcas debajo de sus ojos. Eso le llamó su atención, él conocía la magia oscura y justamente esas marcas, parecían marcas hechas por un demonio... Un demonio que de alimentaba de carne humana.
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𝙈𝙖𝙡𝙖 𝙨𝙖𝙣𝙜𝙧𝙚 | Luckity
Science Fiction"¿Tuviste que hacer eso? Cuando pensé que podía confiar en ti. ¿Tuviste que arruinar lo que estaba brillando? Ahora, todo está ardiendo. ¿Tuviste que golpearme donde soy débil? Bebe, no pude respirar. Y clavarlo tan dentro, es como colocarle sal a l...