"Machito"
Aclaro que esto no es muy apegado al reality, por si ven algunas modificaciones:)
- ¿Le vieron bien la cara a Agustín?
Una pinta de puto- Dijo Juan.
Estaban en la pieza de los chicos, ahí estaba Juan tirado en su cama, en compañía de Lucila y Mora.
Cuando se trataba de insultar a Agustín, los tres se volvían extrañamente unidos.
- No lo banco, para mi se va el domingo, se tiene que ir- Mora se pasó las manos por el rostro, notablemente frustrada, para ella, Agustín era lo peor de la casa, él más insoportable.
- Es un careta...Nadie lo quiere excepto el boludo de Marcos, los dos son uña y mugre, siempre juntitos- Finalizó Lucila, recibiendo la aprobación de los otros dos que asentian con la cabeza.
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Agustín ignoraba esas voces.
Esas voces que escuchaba en las comidas, cuando estaban sentados en el sillón, o cuando estaban en la pileta.
Pero últimamente ya no podía ignorarlos, se le hacia casi imposible.
Durante la comida, escuchaba como Lucila y Mora hablaban, riéndose de vez en cuando.
"Es un asco"
"Deja todo sucio"
"El domingo ya va a dejar de joder"
Más risas, más miradas.
Cuando hizo contacto visual con ellas, Lucila simuló tener arcadas, en ningún momento rompió el contacto visual con Agustín, pero él no dijo nada, ni tampoco le devolvió el gesto.
La gente lo veía todo, veían los malos tratos que le daban los demás a Agustín.
Nadie comentó sobre lo ruidosas que eran Lucila y Mora en ese momento, todos comían como si no estuvieran escuchando los insultos y burlas que le hacían a Agustín, haciéndose los sordos, nadie dijo nada, completamente ajenos.
- ¡Vos no sos grupo de nadie! Y te queres morir por eso-
Marcos escuchaba todo atento, mirando de vez en cuando a su amigo, que miraba a las chicas, su plato todavía seguía intacto, no lo había tocado.
Agustín también sabía los comentarios que soltaba la mayoría sobre él y la comida, como cuando Marcos tuvo que compartirle de su pizza, no había agarrado una porción porque sabía que después iban a llegar las quejas de "comes mucho", tampoco se olvida de las miradas asesinas que le daba Juan cada vez que se acercaba a la heladera.
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- ¿No crees que la tora se excedió un poco en el almuerzo, primo?-
El sol pegaba fuerte, y muy de seguro iban a terminar quemados, bien rojos, pero ahí estaban, en las reposeras, hablando, como si no se estuvieran cocinando vivos por el calor insoportable.
Agustín se encogió de hombros, no muy interesado en eso, tampoco quería tocar ese tema.
- A mi me jode eso de que...te hagan sentir mal y que anden culpandote de todo, hacen sentir mal a alguien y eso no es bueno, y vos andas tranquilo, ¿Como lo haces?-
¿Como lo haces?
Ni siquiera él sabía como podía mantenerse tan callado y tranquilo, pero presentía algo, Agustín sabía que este domingo Mora agarraba la valija y chau chau, a casa.
Todos podían ver los nefastas que eran Lucila y Mora, necesitaba al público.
- No me voy a ir, solo sé eso.
- Me impresiona la seguridad que tenes en vos mismo-
Los dos rieron, hasta que se voltearon al mismo tiempo, y sus miradas chocaron.
Agustín no entendía porque alguien como Marcos gastaba su tiempo hablando con...él. Podría estar con Julieta, o con Maxi, pero Marcos parecía elegirlo a él entre tanta gente, solía pensar que lo hacía por lástima al ver que todos estaban en su contra.
Marcos solo pensaba en como los otros hacían sufrir a su amigo, ¿Por que ser tan cruel? ¿Acaso no estaban conscientes de que habían millones de personas mirándolos? Escuchando las cosas que dicen, o las cosas que hacen, ni Marcos sabía si tenía aguante afuera, pero no iba a arruinar todo metiéndose con alguien de la casa por cosas que no sabian si eran verdad o no.
Aunque, últimamente, las críticas hacia Agustín aumentaban pero cada vez sin muchas razones, demasiado innecesarias.
- ¿Vos crees que me voy el domingo?-
Preguntó en voz baja Agustín, los dos todavía se miraban, había algo, algo en la mirada de su amigo que lo ponía nervioso, o tal vez era el clima pegajoso que lo estaba volviendo inquieto.
No te vas a ir, tampoco quiero que te vayas, tal vez porque te necesito más tiempo acá. Tal vez porque...
Tenia tanto para decir, pero dijo tan poco.
- Na, vos quédate tranquilo primo, no te vas a ir-
