01

3.9K 341 211
                                    

La homofobia estaba claramente presente en la casa, más de parte de Juan.

— ¿No crees que Marcos y Agustín están más unidos de lo normal?— Juan jugó con su micrófono, mirando a Lucila, esperando una respuesta.

— Entre raritos se entienden, destinados a ser amigos— Dijo Tora.

— No, no, me refiero a que están juntos como...como pareja—

— Igual como que ahora no están tan así de pegados—

— ¿Vieron como lo mira Agustín a Marcos? Se lo come con la mirada, un asco da— Se metió Thiago en el medio, sentándose entre Juan y Tora.

— Lo sigue como perrito faldero a Marcos— Contestó Mora.

— Marcos ni cuenta se da, apenas se entere lo manda a cagar al chupapijas ese, además que él está enganchado con Julieta— Dijo Mora.

Agustín pensaba que ella lo tenía todo.
Y con todo se refería a Marcos.

Para Agustín, Marcos era todo, todo lo que necesitaba en esos momentos, anhelaba al salteño, porque le gustaba, y demasiado, le gustaba tanto que dolía.

¿Por que el amor tiene que ser tan doloroso? ¿Acaso no hay alguna manera de amar sin sufrir?

Se moría de celos cuando veía la forma en la que Marcos la miraba a ella, se moría de celos cuando Marcos le acariciaba el cabello a ella, Agustín ansiaba tanto estar en el lugar de ella.

Él había tenido sus momentos con Marcos, habían conectado desde el principio, se habían abrazado y hasta se defendían mutuamente, ¿Que mas podía pedir? Preguntaría cualquiera.

Agustín quería que Marcos lo observara con esa mirada  que solo tiene reservada para Julieta.
Esa mirada de ojos brillantes y enamorados, esa mirada que demuestra más que unas palabras, esa mirada que dice "me gustas"

Cuando los veía hablar a los dos, podía notar en cómo se acercaban cada vez más, hasta chocar cuerpos, se susurraba cosas y reían, Agustín quería lanzarles una zapatilla para cortar la distancia entre ellos.

Parecía un tipo de maldicion, porque cada vez que buscaba al salteño para hablarle, él ya estaba en su burbuja con Julieta, charlando en voz baja mientras miraban a todos lados, como si estuvieran buscando a alguien.

Agustín siempre los miraba sin que ellos se den cuenta, hasta que un día pudo escuchar bien clarito lo que decían, fue la única vez que estuvo cerca de ellos mientras tenían ese tipo de conversaciones.

Estaban en los sillones, y Agustín también estaba, pero un poco alejado.

Julieta empezó, acercándose a Marcos y haciéndole señas, para después susurrarle algo en el oído.

Agustín hizo contacto visual con Marcos, pero duró poco ya que Julieta le dio un codazo.

"¿Y como le hago?"
Se escuchó de parte de Marcos.

Más susurros que Agustín no pudo escuchar con claridad.

"Es que Marcos...vos sos medio boludito"

Marcos sonrió y Agustín se derretía internamente al ver tanta hermosura.
Pero la sonrisa no iba dirigida a él, eso lo hizo levantarse del sillón y salir de ahí.

La parejita (así los apodo Agustin) se quedó en silencio mientras veían al otro irse, dirigiéndose a los sillones de afuera, que sorprendentemente no estaban ocupados por Juan o alguno de esos monstruos.

Se tiro en los sillones y disfrutó de la comodidad, pocas veces los sillones esos estaban vacíos, tenía que aprovechar.

Agustín pensó en Marcos.

Marcos y su amabilidad, su forma de ser, la manera en la que es respetuoso, su cuerpo, su sonrisa, su acento, todo de él era perfecto.

El corazón de Agustín se aceleraba cuando el salteño lo defendía, cuando le decía que nunca lo iba a dejar, y que no le molestaba cuando hablaba de juegos o películas, Marcos siempre escuchaba con mucha atención, y admiraba eso de él, no entendía nada de lo que Agustín estaba diciendo, pero aún así hacia preguntas acerca de eso y extendía la conversación, tan interesado y atento, eso aumentaba sus sentimientos hacia su amigo.

En estos días, podía sentir la mirada de Marcos en él clavándose como dagas, él también lo miraba cuando el mas alto se encontraba de espaldas, las miradas pocos disimuladas pasaban muy a menudo.

Podría acercarse fácilmente, como siempre solia hacer, pero ahora sentía una terrible y pesada tensión entre los dos desde que Marcos empezó a juntarse más con Julieta, prácticamente vivía pegado a Julieta desde hace unos días, el único momento privado que tuvieron hace poco fue en las reposeras.

Agustín estaba perdiendo la paciencia.

machito ; margus Donde viven las historias. Descúbrelo ahora