cinco ─── Has llegado a tu destino

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❝ENTRE LA DUDA Y EL DOLOR, SOLO QUEDA ACEPTAR QUE TUS LATIDOS BAILARÁN EN OTRO LUGAR❞

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❝ENTRE LA DUDA Y EL DOLOR, SOLO QUEDA ACEPTAR QUE TUS LATIDOS BAILARÁN EN OTRO LUGAR❞

La vida es una gran aventura que todos merecen vivir, tiene momentos duros, complicados y difíciles, pero también tiene momentos que son maravillosos y que puedes apreciar el resto de tus días. Pero a veces, hay personas que no pueden vivir tanto como deben y eso es porque su vida se les es arrebatada injustamente y otras, porque acaba por voluntad propia.

Y ese, tragicamente, fue el camino que tomó María Alexander.

Carla se daba vueltas por la habitación, tratando de asimilar lo que Natalia les había dicho y es que, nunca esperas que una de tus amigas o alguien que lo fue, muera y menos de esa manera.

Fue inevitable pensar en ella y en todas las cosas que vivieron juntas, en lo dulce que era, en lo mucho que disfrutaba en ayudar a los demás. María era un sol y no se merecía algo así.

El sol brillaba fuerte sobre la cabeza de Carla Herrera esa tarde en casa de Isabela de la Fuente, estaba con los pies metidos en la piscina mientras sus amigas tomaban sol en las tumbonas y sus amigos jugaban a quien podía darle dos vueltas a la piscina más rápido.

Carla estaba observando a Raúl, sin creerse todo lo que había pasado en la última semana, jamás pensó que podría tener algo más que una amistad con ese chico y ahora que sucedía, se sentía irreal.

    — le tomas una foto, te durara más tiempo— María se sentó a su lado, traía dos vasos en las manos y estiró uno en dirección a Carla

    —No lo estaba mirando

    —, claro, como si no fueras tan evidente— La pequeña Herrera le recibió el vaso y le dio un sorbo para descubrir que era jugo de naranja recién hecho— Gracias María

𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐑𝐔𝐎 ─── control zDonde viven las historias. Descúbrelo ahora