El último baile bajo las estrellas

❥ Dos

—Tomen asiento por favor —la rectora habla después de escuchar el coro de "Buenos días"

La mañana estaba tranquila, desde que me eligieron como presienta de curso no he podido descansar así.

—Como ya saben pronto será su graduación, es por eso que estoy aquí para hablarles de un posible viaje a la playa.

Escucho como todos comienzan a celebrarlo.

—Aún no se emocionen, seguimos en pláticas con varios maestros, cuando todo este cuadro vamos  a hablar que día será. Por favor las chicas que son encargadas de la organización de la fiesta de graduación por favor necesito hablar con ustedes.

Las cinco chicas nos levantamos y caminamos directo hacia donde está la rectora, quien ahora ya se encuentra afuera del salón.

—Chicas por favor necesito saber de que color irán los manteles para la gran noche.

—De color amarillo —Hablo sin pensar, simplemente recordé que ayer hablé con Sam y de su color favorito.

—¿Qué? —Sivia y las otras chicas me miran extraño.

—Quedamos de otro color amiga —Silvia se apega a mi y toma mi brazo —, ¿Lo recuerdas?

—Lo sé, pero no hemos utilizado el color amarillo.

—Porque no queda con la estética—Joss habla y Silvia le da la razón.

—Por favor chicas, pónganse de acuerdo y luego hablen conmigo.

—De acuerdo Directora, cuando estemos de acuerdo hablaremos con usted.

Entro enojada al salón, el cual está hecho un desastre, todos levantados, lanzándose bolas de papel, jugando con sus celulares o leyendo.

—¿Por qué estás molesta?—Daniel, quien tiene un ojo morado pregunta.

Ayer ni siquiera me fijé en él.

—¿Qué te pasó en el ojo? —me acercó a su rostro y con las yemas de mis dedos  lo toco suavemente.

—Ayer me golpe con el estúpido de 3D —habla y sus manos tocan mi rostro.

—No deberías golpear a nadie —bajo sus manos de mi rostro —, mejor ponte a leer un libro —regaño y regreso a mi puesto.

Mi cabeza gira hacia atrás e  inconscientemente  miro a Sam, quien tiene su mirada fija en mi.

Las horas pasaron rápido y el timbre de salida inevitable sonó, todos comenzaron a salir y yo me quedo esperando que Silvia guarde sus cosas.

—Ten —Sam me entrega cinco dólares.

—¿Esto es? —pregunto confundida.

—Para la donación, ¿Recuerdas que tú hablaste sobre los animales?

—Lo olvide. Gracias por recordarme.

—Silvia me puedes acompañar mañana sábado al sitio de donaciones, la tutora nos acompañará.

—No puedo, recuerda que mañana salgo con mi familia a una fiesta familiar en la finca de mi abuelita.

—Maldita sea —murmuro —tendré que ir con la tutora, que vergüenza, no tendré tema de conversación.

—Si quieres yo te acompaño —Sam aún no se ha ido y escucho toda la conversación con Silvia.

—Si, por favor acompañala, así tendrá con quién conversar —Silvia me mueve con su codo —Acepa Eleonor.

—Esta bien, gracias por acompañarme —siento mis mejillas arder.

Silvia y yo salimos del salón.

—Mañana pasarela bien con Sam, no vayas a volver tarde.

—¡Cállate!

—Por favor todos en el curso sabemos que babeas por ese chico.

—Mentira.

—Espero y mañana puedas dar tu primer beso.

—¡Silvia!

Miro como la pelinegra corre por la acera.