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[Roberto]

No se en que momento pasamos de estar casi llorando por la llegada de Diego a Monterrey en el aeropuerto, a estar en casa de Ari y Juan ahogados de borrachos, bailando como tontos y gritando. A nuestra peda se nos unieron Hasvik y Grady. Mientras Grady y Juan cantaban en Karaoke, Ari y Hasvik escuchaban el intento de canción de los ya mencionados, Diego y yo nos encontrábamos en la cocina platicando un rato. Afortunadamente Diego no estaba tan borracho puesto que casi no le gusta tomar, y yo... lo importante es que estaba de pie.

— Fue muy fuerte para mi lo de mi abuela, primero lo de mi ex y luego esto... pero las cosas pasan por algo ¿no?.— Dijo Diego cabizbajo, su voz se empezaba a cortar.

— D-diego, tú eres muy fuerte, a pesar de todo sigues sonriendo y haciendo feliz a tus amigos. Tu ex algún día se dará cuenta que perdió a un buen chico y muy guapo, alguien como tú no se encuentra en todos lados.— Dije sobando su hombro en muestra de apoyo, estaba muy pedo y no quería que babosadas salieran de mi boca, pero al parecer no lo estaba logrando.

Me quede hipnotizado por sus ojos, no podía dejar de verlo, sus facciones eran muy lindas y no podía evitar sonreír al verlo. ¿Qué me pasa? Tal vez ya estoy bastante pedo y no se lo que estoy diciendo.

— ¿Qué hacen aquí solos, par de jotos?— Entró un Juan bastante alegre pero casi cayéndose, se puso en medio de los dos y nos abrazó.— Los quiero un chingo a-amigos.

— Ya vete a dormir culero, no puedes ni con tu vida y tu boda se acerca peligrosamente.— Dijo Diego riéndose empujándolo levemente. Juan solo le paro el dedo de en medio y abandonó la cocina dejándonos nuevamente solos a mi y a Diego.

— Diego... tú.. ¿c-crees que soy... guapo?— En mi mente me pegue dos putazos por la pregunta tan idiota que hice, pero ya no sabía que decir y mi cerebro no estaba funcionando.

— ¿De qué hablas wey? claro que eres guapo, de seguro todas quieren contigo.— Respondió soltando una risita.

— Todos.— Respondí de una. Al instante se escuchó un "¿Uh?" de Diego. Ya estaba listo para que la persona en la que más confiaba y quería me diera la espalda por lo que era.

— ¿Todos?— Preguntó confundido.

— Todos, Diego. Soy Gay.— Respondí tomando el valor para verlo a la cara.— Aprovecha que ahorita me vale verga todo para decirme que te doy asco por serlo.

— Guadarrama, ¿Estás pendejo, o qué?— Preguntó alzando una ceja, y en su rostro se veía el enojo que causó lo que dije.— ¿Acaso no me conoces o que cabrón? yo jamás juzgaría a nadie por su orientación sexual y mucho menos a ti. Me duele que pienses eso de mi.

Wow. Me callo la boca. Se veía enojado conmigo y yo solo quería llorar.

— P-perdón yo no...

— No, Roberto.— Me interrumpió.— Si crees que soy esa clase de persona pendeja que se la pasa criticando la orientación de medio mundo te informo que no lo soy. Yo soy tu amigo y eso es lo único que importa, me vale verga si te gustan los chicos, las chicas, incluso un perro, me importa una mierda. Lo que importa es lo buena persona que eres, no eso, idiota.— Dijo acercándose más a mi. Mientras me decía todo eso, lágrimas empezaron a salir de mis ojos y lo único que hice fue abrazarlo.

Escondí mi cara en su pecho, podía escuchar su corazón latiendo más fuerte de lo normal. Sentí sus manos en mis mejillas haciendo que lo mirara, con sus pulgares limpio las lágrimas que estaban saliendo y me regalo una sonrisa sincera.

— Te quiero un chingo, maldita sea Diego.

— Te quiero mucho más, Roberto.

.......

Contigo 𝄅 𝄅 Roberto Cein x Barca Gamer [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora