Itto x Gorou omegaverse

Capitulo 1

Gorou comenzó a abrir lentamente los ojos, todo dolía, la luz blanca lo lastimaba, frunció el ceño y dejó salir un quejido mientras intentaba levantarse.

- GOROU - escuchó el grito de Kokomi quien se lanzó a abrazarlo.

La pelirrosa lloraba, Gorou aun estaba muy confundido, miró alrededor para confirmar que estaba en la enfermería. Levantó su propia mano para acariciar la cabeza de su amiga y notó su palma vendada.

- ¿Recuerdas qué pasó? - la voz de Kazuha lo hizo voltear.

Sintiendo un dolor en su cuello, tocó la zona encontrándose con otra venda en su cuerpo, pero esta se había despegado un poco, así que pudo sentir la herida. Sus ojos se agrandaron, su expresión se deformó, lo habían marcado, un alfa lo había marcado.

Kokomi lo abrazo con mas fuerza mientras el llanto continuaba, Kazuha dio un golpe a la pared, se sentían tan inútiles al no poder proteger a su amigo, se habían separado solo unos minutos de él, si tan solo le hubieran explicado a la profesora que no podían ayudarla en ese momento, o si le hubieran insistido a Gorou que los acompañara, tal vez eso no hubiera pasado.

Ellos se culpaban, pero Gorou solo quería recordar, queria saber que paso, cerró los ojos para intentar concentrarse y pronto los recuerdos comenzaron a aflorar ...

Lo arrastró al interior de un salón, él luchó y luchó como nunca, pero el Alfa también luchó por lo que quería, lo golpeó sin piedad y lo sometió contra el suelo. Hacía un esfuerzo para recordar su rostro pero todo era borroso, rompió su pantalón, mientras lo insultaba y denigraba. Recordó las ganas de vomitar que las feromonas de ese alfa le producían. Recuerda sus lágrimas de frustración mientras el alfa acomodaba entre sus piernas y liberaba su propio miembro, cerró los ojos suplicando que alguien viniera, pero a la vez preparado para lo peor. Esperó el dolor, pero todo lo que sintió fue un dulce olor a Miel y luego el peso sobre él se liberó.

Un tornado blanco apareció en sus recuerdos, rápido y violento lo había liberado... Y olía tan bien. Luego de eso los recuerdos son solo pequeños destellos mezclados con placer.

Un abrazo cálido, palabras dulces. Lo cargó y lo sacó de ese lugar, pero no pudieron llegar muy lejos, el autocontrol de su salvador se estaba perdiendo, no sabe a donde entraron, la sensación de la pared lisa y fría, tal vez fue en un baño. Resistirse a lo que los llamaba era imposible para ellos, aquel tornado lo tomó para él, fue placentero, cariñoso .Mentiría si diría que no lo disfruto, y el recuerdo final, suplicando por ser marcado, el dolor y el placer de esa mordida volvió a él tan vivamente que un quejido salió de sus labios

- ¿Dónde te duele? - preguntó entre lágrimas kokomi, haciéndolo volver a la realidad - El medicamento no debe estar ayudando, voy por la enfermera - antes de que la pelirosa saliera corriendo, Gorou tomo sus manos

- Estoy bien - le aseguro con una sonrisa - un poco magullado pero bien.

- ¿Quién te hizo esto? - exigió Kazuha con tono mordaz - tenemos que ir a la policía Gorou, que el hijo de perra sufra las consecuencias

- Nadie irá con la policía - el tono del joven perro fue firme y seguro

- Pero... Pero Gorou mira como estas, se que te marco pero no puedes defenderlo - kokomi apretó las manos de Gorou y lo miró asustada

- Quien me marcó y quien me golpeo no son la misma persona - suspiro un poco agobiado de cómo explicar los hechos que ni siquiera recordaba en su totalidad-

Los dos amigos se miraban mutuamente, si Gorou lo pedía así, no podían discutir más, si estaba tan seguro de lo que decía, solo podían esperar a que él volviera a ellos con la historia completa.