La alarma de mi celular sonó despertándome de mi tranquilo sueño, tal vez escoger King for a Day de Pierce the Veil no era la mejor opción. Me levante lentamente de mi cama y me dirigí al baño. Me quité la ropa lentamente tratando de evitar verme al espejo pero, como siempre fue imposible y termine viendo mi cuerpo semidesnudo en este.
La mayoría de mi cuerpo estaba llena de cicatrices; algunas hechas por otros, otras hechas por mí. Me daba asco, cada pequeño milímetro de mi cuerpo me daba ganas de vomitar así que aparte la mirada y me metí a la ducha sin durar más de cinco minutos en esta. Me puse una toalla y volví a mi cuarto.
Una vez en este proseguí a vestir como usualmente, totalmente de negro y ponerme algo de delineador para luego difuminarlo haciendo que mis ojeras se notaran aún más. Cogí la maleta que había alistado el día anterior y bajé a la cocina, gracias a Dios que no había nadie (probablemente mi madre aún estaba con resaca del día anterior así que no se despertaría hasta tarde) cogí una pera y me la fui comiendo de ida al colegio.
Aún no me acostumbraba a las nuevas calles ya que nos habíamos mudado hace poco, más o menos un mes para ser exactos. Lo mismo que llevaba en el nuevo colegio, al llegar a la ciudad me había dicho que este era un nuevo comienzo. Lejos de las burlas de los que antes se llamaban mis amigos pero no había cambiado mucho, no había emporado pero tampoco mejorado.
Nadie se acercaba a mí y además quien se acercaría a la chica que parece muerta en vida y con cara de voy a matar a todos. Probablemente nadie. Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta que un balón venía directo a mi cabeza, haciéndome quedar algo desorientada.
Una chica con ropa deportiva se acercó a mi tenía su cabello marrón atado a una coleta alta, lo que remarcaba aún más su linda cara como de muñeca.
-Lo siento mucho- dijo con una linda sonrisa
Pero siendo la desconfiada que soy y siempre seré, solo la mire mal y seguí mi camino a lo que ella quedo con una cara de disgusto. Me sentía algo culpable, no era culpa de ella de que mi vida fuera una mierda y que no fuera capaz de ser amable pero eso se me pasó cuando vi la hora en el reloj-collar que tenía. Así que apresuré el paso llegando a mi colegio que más parecía un pedazo de ladrillo mal pintado.
Había adolecentes por todos lados, algunos gritando, otros comiéndose con la boca, muchos copiándose de la tarea que se les olvido hacer y muy pocos teniendo una conversación civilizada. Pasé la muralla de hormonas hasta mi casillero donde cambié los cuadernos que no necesitaba por los que sí. Sentí como alguien golpeaba con fuerza mi hombro haciendo que se me cayeran los libros, me volteé solo para ver a un par de chicos riéndose a carcajadas a causa de eso.
Mi anterior yo hubiera recogido mis cosas en silencio y se hubiera marchado al baño a llorar pero la yo de ahora era algo más... violenta.
-Oye, pedazo de idiota- dije al que supuse me había golpeado
-¿Me hablas a mí?- preguntó con una ceja alzada, parando de reír mientras que su compañero se paraba atrás de el de forma "intimidadora"
-Diría que no veo a ninguno más pero la verdad es que sí, pero si te hablo a ti
Se acercó a mi esperando que yo retrocediera pero me quede justo donde estaba pero en vez de eso me quede quieta a lo que el frunció el ceño.
-Mira princesita no se quien carajos te crees pero a mí no me habla así a mí. ¿Entendido?
Dijo esto al mismo que levantaba el puño para seguramente golpearme pero yo fui más rápida golpeándolo con la rodilla en el estómago haciendo que se callera al piso, lo que aproveché para golpearlo esta vez en la rodilla. Todos habían hecho un círculo alrededor nuestro, sorprendidos. Bueno después de todo no era muy normal ver a una "rarita" golpeando al bully de la escuela. Me agaché para llegar hasta su altura, ósea el piso.
-Yo no soy ninguna princesita- dije para luego escupirle en la cara, parame y sonreír con suficiencia para luego caminar a mi siguiente clase.
Hola, lo siento demorarme tanto. Gracias a todos los que han votado y comentado, los adoro... Espero que les guste. Este capitulo va dedicado a GibMirKraft sin tu comentario probablemente hubiera borrado esta historia, espero que esto no te decepcione.
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I am a monster
Random"Pero todos sabemos que no es así, que la adolescencia es un revoltijo de confusiones, inseguridades y juzgamientos pero, al parecer en algún momento a los adultos se les olvida eso. Se les olvida que los adolescentes están en constante observación...