Capítulo 3

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Salí de mi cuarto y me fui hasta el cuarto de mi madre otra vez, para descubrir que volvía a estar dormida. Suspiré. Al menos había comido algo, levanté los platos sucios y los llevé a la cocina para lavarlos; los puse en el lavaplatos y revisé si había más. Puse música en el celular y empecé a lavar la loza.

Well if you wanted honesty, that's all you had to say.

I never want to let you down or have you go, it's better off this way.

A veces tocaba comida entre los platos haciendo que me diera asco, así que decidí concentrarme en la canción, mientras cantaba suavemente.

For all the dirty looks, the photographs your boyfriend took,

Remember when you broke your foot from jumping out the second floor?

Antes soñaba con ser cantante, con escribir canciones que les llegara a la gente, pero ahora no tenía tiempo para eso. Tenía que preocuparme por mi mamá, nada más importaba.

I'm not okay

I'm not okay

I'm not okay

You wear me out

- Siempre me ha gustado tu voz

Me volteé al escuchar una voz venir detrás de mi espalda, mi mamá estaba recostada sobre el marco de la puerta con una pequeña sonrisa en los labios.

-Pensé que estabas dormidas

-Estaba intentándolo, pero no pude

-Ah, deberías ir a descansar, dormir un rato- dije secándome las manos, parando la música y así poder cogerle la mano para devolverla al cuarto.

-No quiero- dijo haciendo un puchero como niña chiquita- Quiero hacer algo contigo

Suspiré.

-De acuerdo, ¿Qué quieres hacer?

-Qué tal si vemos una película

-Bueno, espérame en la sala yo voy a hacer palomitas

Mi madre se fue hacia la sala, caminaba lento y pesadamente, sabía que se estaba esforzando por estar bien. Me fui a la cocina y saque un paquete de palomitas para luego meterlo en el microondas. Empecé a tararear una melodía que me había inventado hace unos días mientras que esperaba que las palomitas se terminaran de hacer.

El timbre sonó haciendo que me asustará un poco para luego ir a abrir la puerta, cuando la abrí me encontré con un señor en sus cuarenta probablemente, se estaba empezando a quedar calvo, y una gran barriga se asomaba debajo de su traje. También tenía unas gafas que hacían que sus grandes ojos cafés oscuros aún más grandes.

- Doctor Lee, no pensé que lo vería hoy- dije con una sonrisa

El Doctor Lee era el psiquiatra que llevaba el caso de mi madre desde hace ya varios años, era un gran persona y siempre estaba pendiente de mí, y obviamente también de mi mamá.

- Yo tampoco pensaba venir, por eso note había avisado, si estas ocupada puedo volver otro día.

- No estaba haciendo nada, puede pasar

El doctor pasó y se quedó en la entrada esperando que cerrará la puerta, cuando lo hice lo llevé a la sala donde se encontraba mi mamá entre un montón de películas.

-Layla, ¿Quién era en la puerta?- dijo mi mamá al mismo tiempo que se volteaba y veía al Doctor Lee- Ah, buenas tardes Doctor

- Buenas tardes Anthea, ya te dije que puedes llamarme Haru

-Sí, lo sé

Haru se sentó en el sillón junto con mi mamá y empezaron a platicar, yo me fui a la cocina para revisar las palomitas ya que había un sutil olor a quemado viniendo de esta. Cuando llegué las palomitas efectivamente estaban quemadas, las cogí con las manos para botarlas haciendo que me quemará y soltará una maldición. En eso el timbre volvió a sonar.

Volví a la entrada, pero esta vez un poco más molesta y lista para golpear a quién fuera que estaba en la puerta. Cuando abrí la puerta me volví a encontrar a la chica que parecía vestida de payaso.

-¿Darma?

-¡Hola!

I am a monsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora