Había pasado las primeras clases rodeadas de susurros acerca de lo que había pasado en la mañana, todos estaban sorprendidos. Y quien no lo estaría después de todo era la nueva y había golpeado al bully de la escuela. La verdad es que odiaba la atención que estaba recibiendo pero era eso o terminar siendo golpeada y a decir verdad me había encantado de miedo y confusión que había puesto el muy idiota. El timbre sonó y yo guardé lentamente mis cosas, cuando por fin todos se habían salido el salón me dirigí a la cafetería.
Esta no era muy proporcional a la cantidad de estudiantes que se encontraban en la escuela por lo tanto había varios sentados en el suelo y hasta había algunos sentados en la entrada. Apenas entré a la cafetería una chica se acercó a mí, tenía puesta una camiseta de Capitán América, pantalones rojos y Vans amarillas; el cabello lo tenía casi a la cintura y era de color verde menta.
-Parece un payaso- pensé
-Hola- dijo con una gran sonrisa- ¿Tú eres Layla cierto?
-Si- respondí algo desconfiada
-Mi nombre es Darma- dijo todavía con una sonrisa y estirando la mano seguramente para que la estrecharla
-¿Darma?
-Si así me llamo, mis padres me llamaron Victoria hasta que cumplí los diez y luego me dejaron escoger.
-¿Y porque Darma?
Ella solo se encogió de hombros. Ahora que estaba más cerca pude notar que sus ojos era de un café muy oscuro, casi negro también vi que tenía pecas en la mayoría de su cara. Eso le daba un aire tierno, eso y que media por lo menos un metro y cincuenta algo, era muy pequeña.
-Bueno, ¿para que querías hablar conmigo?
-Ah claro eso, es que quería saber si te quieres sentar conmigo. Sé que ser nueva es difícil y pensé que tal vez querías una amiga
-Claro me encantaría, eres muy amable- dije en mi cabeza cuando en realidad respondía...
-No, gracias pero no necesito amigos- dije dispuesta a sentarme en una esquina a escuchar música
-No te creo, todos necesitamos alguien, no somos islas
Me volteé y pensé que era imposible que aquella miniatura llena de pecas que no sabía combinar colores pudiera hacerme ningún daño. Suspiré.
-De acuerdo
Y en contra todas las posibilidades su sonrisa se volvió aún más grande. Me agarró el brazo y me llevó a la mesa más alejada de la entrada. En donde había un chico sentado, estaba agachado viendo a su celular, tenía el cabello algo largo por lo tanto le tapaba la cara. Tenía el cabello negro y la poca piel que alcanzaba a ver era totalmente pálida; tenía unos jeans algo desgastados, camisa a cuadros roja con negro y converse también de color negro.
-¡Alain!- Darma gritó apenas estuvimos lo suficientemente cerca para que nos escuchara.
El chico (Alain, al parecer) levantó la cabeza y esbozo una pequeña sonrisa.
-Hola Dar- luego de decir eso se volteó a mi tal vez para preguntar quién era yo
Antes de que pudiera decir algo Darma se había sentado junto a Alain y a mi junto a ella.
-Él es Alain Madison Pierce- dijo señalando al chico a su lado
-Es tan necesario que digas mi segundo nombre
-No te avergüences, Madison también es nombre de chico
La cara que había hecho Alain me había dado algo de risa así que sonreí un poco y Darma se dio cuenta a lo que abrió los ojos y agrandó la sonrisa que al parecer siempre llevaba.
-¡Sonreíste!
Yo solo rodé los ojos.
-Bueno yo soy Darma Lee y... ¿Cuál es tu nombre completo?
- Mi nombre es Layla Dupont- dije dando el nombre de mi mamá.
-Lindo nombre- dijo Alain dirigiéndose a mí por primera vez desde que llegué a la mesa.
-Gracias
Los ojos de Alain era de un gris azuloso, un color que te hacía desear tener lápices de colores para dibujarlo. Tenía los labios delgados y la piel era muy pálida, mientras yo buscaba cada pequeño detalle de la cara del recién conocido, sonó el timbre. Me despedí rápido y me fui a la siguiente clase.
*
El resto del día siguió normal, no volví a ver a Darma O Alain, al menos hasta la salida donde los vi entrando a un carro, Darma alcanzó a verme así que se despidió con un movimiento de la mano a lo que yo correspondí.
Salí de la escuela, estaba haciendo un bonito día. Ni muy caluroso ni muy frío, también había algunas hojas secas por lo que me la pasé todo el camino saltando y pisándolas para escuchar el sonido que hacían. Paré en un restaurante donde pedí algo de comer, me comí la mitad rápidamente y llevé la mitad para mi mamá. Cuando llegué a la casa no se escuchaba nada, fui al cuarto de mi madre. Tenía las luces apagadas y las cortinas cerradas pero estaba despierta mirando a la nada.
-Mamá, ya llegué te traje algo de comer
Seguía sin decir nada.
-Tienes que comer algo- dije dejando la comida en la mesa al lado de su cama y abrí las cortinas.
-El día está muy lindo, ¿por qué no damos un paseo?
Ninguna respuesta. Suspiré.
-Okay, entiendo, pero al menos come un poco. Ya vuelvo.
Salí de mi cuarto y me encerré y empecé a llorar, llorar por todo lo que había pasado. No entendía porque mi madre tenía que sufrir bipolaridad y el hecho de que mi padre al enterarse había decidido irse, haciendo todo aun peor. No entendía porque me había tocado a mí esta vida. Tal vez era karma.
Si querían saber Darma tiene varios significados, como 'religión', 'ley natural', 'conducta correcta', 'virtud', 'aquello que sostiene o mantiene unido', 'algo establecido o firme' también se utiliza como el contrario de Karma.
Gracias por leer!!!
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I am a monster
Random"Pero todos sabemos que no es así, que la adolescencia es un revoltijo de confusiones, inseguridades y juzgamientos pero, al parecer en algún momento a los adultos se les olvida eso. Se les olvida que los adolescentes están en constante observación...