Fever 6.

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—¿Sunoo? ¿Heeseung?— Pronuncio el alma de Ni-Ki entre lagrimas.

Le explique a Ni-Ki lo sucedido de la misma forma que lo hice con Sunoo.

Al ser su alma tiene su cuerpo completamente nuevo por lo tanto su pierna perdida la recupero.

Puede que su alma sí pero su cuerpo no.

Regresamos al reino donde los cuatro restantes estaban corriendo por sus vidas.

Estaban en la cocina. 

Jake iba detrás de los demás por lo tanto era el que mas corría peligro y estaba en lo cierto.

Una olla cayó detrás de Jungwon haciendo que Jake se caiga en aquel piso frio.

La bruja Jang tiro todos los cuchillos que casualmente estaban a su lado.

Jake tenia todo tipo de cuchillos en todo su cuerpo pero seguía con vida.

Sunghoon quería regresar con él pero Jungwon y Jay lo detuvieron para que siga corriendo en dirección contraria al cuerpo en pleno sufrimiento.

Los tres subieron al cuarto piso del castillo donde estaba la sala de brujería de nuestro difunto padre mientras hacia el mismo proceso con Jake.

Sunghoon quería bajar por Jake pero Jay lo tomó del brazo impidiéndole bajar.

—Es en vano. Él ya murió, nadie sobrevive a eso.

Jungwon quería responder pero La bruja Jang lo tiro por la ventana.

—No es un viento, es telequinesis— Susurre para mi mismo lo suficientemente fuerte para que los tres me escuchen.

Jungwon cayo de un cuarto piso. Él aun tenia vida mientras se retorcía en el intento de pararse y caminar.

Cada maldito hueso le dolía.

198 huesos rotos.

Quería gritar pero no podía.

Su cabeza golpeo fuertemente el suelo quedándose milagrosamente con vida pero extrañamente la única parte de su cerebro afectada fue el lóbulo frontal encargada de su habla.

Jungwon no podía transmitir ni un solo maldito sonido.

Únicamente podía retorcerse sobre aquel césped verde musgo.

Luego de unos minutos de sufrimiento -por culpa de aquellos huesos adoloridos- explotaron sus ojos y su cuello se rompió.

En este momento quedaban solo dos sobrevivientes: Park Sunghoon y Park Jay.

El pueblo los conocía por "Los hermanos Park", pues eran los únicos hermanos de sangre en el Reino de Seúl.

Luego de hacer el mismo proceso con Jungwon pudimos ver que ambos entraron a la sala de brujería.

Están un poco más seguros ahí ya que hay sal en la puerta.

Ambos se sentaron completamente exhaustos.

Sunghoon aun permanecía enojado con su hermano olvidando el hecho de que cinco de nosotros estamos muertos.

Una pared de al rededor un metro los separaba.

 —Estoy completamente arrepentido de decir que hoy era un día hermoso.

Una pequeña risa se escucho salir de los labios del menor con vida.

—Yo estoy completamente arrepentido de haberte golpeado y romperte el labio.

Ahora la pequeña risa provenía del mayor.

Sunghoon hizo el intento de levantarse lo cual fue con éxito.

Camino con dificultad hasta el mayor y se sentó a su lado.

Anteriormente se doblo el tobillo mientras corría.

—¿Te duele?— Únicamente asintió con la cabeza en forma de respuesta.

—¿Ahora le crees a Heeseung? Mira este lugar, esta lleno de brujería.

—Suenas como si supieras de esto desde siempre— Pronuncio luego de asentir en forma de respuesta a la pregunta del contrario.

—Siempre lo supe. ¿Recuerdas la discusión que tuve con Heeseung que la descubrieron gracias a nuestra difunta madre? En esa misma discusión a Heeseung se le escapo el hecho de que nuestro padre siempre hizo tanto como magia negra como magia blanca... Nunca pude ver este lugar, solo oí algunas cosas.

Sunghoon se levanto con debilidad y comenzó a observar todos los objetos de dicha habitación.

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Fever - ENHYPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora