El Comienzo

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Era un día soleado para la aldea de konoha. En las callé estaba repletos de gente que caminaba por todo lado.

Las mirada de los niños con sus padres era de felicidad, llevado de una sonrisa en su cara. En cada tienda iba saliendo familia y niño con satisfacción y alegría. Todo estaba muy tranquilo para las gente de konoha.

"Sin saber como era el mundo"

Rayo del sol se asomaban en los ojo de un niño de aproximadamente 5 años. El pequeño estaba leyendo un libro que se quedo hasta altas horas de la noche. El libro que estaba leyendo eran sobre shinobis a el le encantaba las historias de los shinobis. Pero el sabia algo a muy corta edad que era lo que sabia bueno.

Ser shinobi, no era un juego cuando hay Guerra.

En cambio, en el mismo mundo en el que los hijos de civiles podían disfrutar de una mayor infancia, los hijos de shinobi no tenían esa suerte. Debían graduarse en la academia. Ser shinobi y comenzar una carrera dentro de las filas ninja de la aldea y mostrar su valía para la misma, protegiendo a los habitantes de su país.

Si esos mismos hijos de shinobi pertenecían a un clan, la presión se triplicaba. Debían seguir un legado y mostrar que su clan era útil para la aldea. Si eras además un heredero de la cabeza del clan, la presión se multiplicaba por diez y, si eras hijo del Hokague, toda la presión del mundo parecía caer sobre tus hombros. Había que mantener al los shinobis fuertes, reforzar a la aldea y no debilitarla.

Esto era algo que el comprendía, a sus cinco años, como nadie, cuando vaya hacia la academia ninja, donde aprendería lo que era ser un shinobi, a formarse para la guerra que su aldea no estaba llevando pero como dice el dicho si quieres paz prepárate para la guerra. A pesar de ser un niño, él tenía en mente todo eso.

Si más el niño dejo su libro y se levanta y toma una posición de sentado. Mientras hacía lo anterior el estaba bostezando, de seguido se tallo los Ojos.

El miro la palma de su mano derecha por uno segundo viendo un rombo negro....el no sabia que era sus padres pensaron una marca de nacimiento pero el pensaba que era otra cosa... simplemente movió su cabeza con rapidez, para que luego suspirara.

Con algo de energía, se levantó de la cama tranquilamente mientras el se acercaba a un pequeño espejo que estaba en su cuarto, el al llegar se miraría en el espejo. Luego de uno silencio, el sonrío.

El dejó mirarse para luego dirigirse a su puerta, y salir para hacer una de las cosa más común de la vida,..ir al bañó. Pero ante de irse de su cuarto, sus ojos miraron directo a una foto, este sólo sonrió, que por una razón, las aves gritaron.

Después salir de la habitación. Mientras el pequeño rubio iba caminado por los pasillo de la casa, este noto una puerta abierta que noto que ahí se veía una pierna, el conocía ese lugar, y sabía que ese alguien estaba durmiendo acostado en su sofá. El niño sólo prosiguió con su camino hacía al baño. El ya sabía de quién se trataba, después de todo era la oficina de su padre.

Después de ir al bañó, el bajo de las escalera de la casa, cuando bajo vio los cuadro de foto donde estaba pegado en la pared, en todos el aparecía en cada foto con su familia, el pequeño solo sonrió pero lo cambio a uno neutral.

Este se volteó de lado para ver un pasillo donde a lado había una entrada y más profundo del pasillo había una puerta, este entró en la entrada, al entrar pudo ver una sala y una cocina bueno en específico era la sala de comer y cocina, el rubio se acercó al refrigerado para abrirlo y tomar un vaso, dentro del vaso había agua-natural, este sólo se lo bebió.

Boruto: Nueva EraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora