| ♜ | Especial I

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VOTO INQUEBRANTABLE
+18

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        Ser Erryk Cargyll y su gemelo, Ser Arryk, acompañaron a los recién desposados a los aposentos del príncipe. Aemma notaba las miradas del servicio del castillo clavadas en su espalda. También los Señores y Señoras invitados dejaron de hablar entre ellos para observarles con atención. Aegon agarró de la mano a su—ahora—esposa y tiró de ella hacia delante, para no dejarla atrás.

Abrieron las puertas ante ellos, y Aegon entró, seguido por Aemma. Ninguno decía nada. Ella no se atrevía a hablar. Estaba inquieta, temía que su hermano cambiase de opinión y permitiera entrar a los Lores. Aegon le dijo unas palabras a Ser Erryk, y este asintió con su cabeza. Miró fugazmente a la princesa antes de cerrar las puertas y dejarles completamente solos.

Aemma dio un respingo. Tragó saliva cuando Aegon comenzó a caminar hacia ella, haciendo que retrocediera. Aemma se tropezó con el borde de la cama y acabó sentándose en ella. No se había percatado de la poca distancia que compartían hasta que Aegon la agarró por las mejilla. Acercó su rostro al suyo, y cuando Aemma creyó que la besaría, el príncipe dejó un casto beso en su mejilla.

Se apartó de ella, colocó un mechón de pelo tras su oreja y susurró:

—Descansa.

Aemma, aún conmocionada por su actitud, lo sujetó por la muñeca para que no se alejara.

—¿De veras?—inquirió, en un hilo de voz— ¿Eso es todo?

Aegon bajó la mirada al agarre que mantenía su hermana sobre él, para después volver a sus ojos.

—¿Qué es lo que esperas, Aemma? ¿Un buen esposo?—negó con la cabeza, con una sonrisa irónica sobre sus labios— Lo lamento, pero en mí no encontrarás eso.

—Soy consciente de tus carencias, Aegon—susurró ella, sin soltarlo—, pero también de tus virtudes. Mi deber es dar a luz a posibles herederos al trono, y cumpliré con ello.

Aegon soltó un par de risas, para después liberarse bruscamente del agarre de su hermana. Para su sorpresa, la sujetó por el cuello y la acercó peligrosamente a él. Aemma notaba la respiración del príncipe sobre sus labios, e inconscientemente, su rostro enrojeció.

—Si te follo esta noche, querida Aemma—comenzó, con sus labios rozando los de ella—, el matrimonio habrá sido consumado. Y no será posible su anulación.

—Entonces tendré que buscar otras formas para escapar de ti.

Ambos se observaron, en silencio, meditando lo que había dicho cada uno y las consecuencias que les traería si seguían. Aemma tragó saliva un segundo antes de que Aegon finalmente la besara. Apretó su cuello lo suficiente como para que ella sofocara un jadeo, pero no para ahogarla. Aemma alzó sus brazos y acabó agarrando del pelo a Aegon, acercándolo más a su cuerpo.

Aegon la obligó a recostarse, quedando encima de ella. No estaba aplastándola, pero la tenía retenida entre sus piernas. Con su mano libre, acarició la clavícula de Aemma, para después deslizarla por sus hombros desnudos. Acabó bajándole gran parte del vestido, dejando al descubierto uno de sus pechos.

CENIZAS DE DRAGÓN || ❛ aegon targaryen ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora