La mano de ella se encontraba en la de él, dedos entrelazados, mientras lo arrastraba al interior de su departamento. Draco estaba algo más acostumbrado a ser el que guiaba, pero se dejo llevar. En ese momento ella parecía quererlo mas que él a ella. Sonrio de costado por un segundo antes de que ella se lanzara a besarlo una vez mas. Fue algo brusca y lo hizo dar un paso atras, apoyando su espalda en la puerta.
Todo en ella empujaba hacia y contra él. Su mano se encontro un segundo en su mejilla antes de decidir que prefería tocarla en otras partes, llevado por la lujuria.
Las manos de ella se apresuraron a desabrochar los botones de su camisa, le gustaban los hombres en uniforme, especialmente cuando aún vestían formal pero estaban en situaciones mas casuales, cuando su ropa era elegante pero su cabello estaba desordenado.
Las manos de Draco devolvieron el gesto bajando desde sus caderas hasta sus muslos, metiendose por debajo de el corto y ajustado vestido que ella llevaba. Provocativa. Quitarselo fue un poco mas dificil de lo que le habría gustado, ella solo solto una pequeña risa cuando por fin logro pasar el vestido por sobre su cabeza. Draco lo tiro lejos, casi en un gesto reprobatorio y sus manos volvieron rápido al cuerpo de ella, quien se alejo rechazando su beso y con planes distintos. Sus manos delicadas estaban enganchadas a las trabillas de su pantalón, retrocediendo y arrastrandolo con ella.
Decidió que la pieza estaba demasiado lejos y que el sillón sería más que suficiente para lo que necesitaba. Lo empujó, tenerlo desde ahí abajo, mirandola hacia arriba, era más excitante de lo que podría haber imaginado. Sus piernas se situaron a ambos lados de las de él, sentandose a horcajadas sobre su regazo. Antes de apoyarse totalmemte en él sus manos bajaron a desabeochar su pantalón, sus labios dejando marcas en el cuello de él. Draco hecho su cabeza hacia atras un segundo, dejandola, antes de perder la paciencia y desabrochar su pantalón el mismo. No se preocupo de desabrochar el sosten de ella. Claramente ambos estaban en el mismo apuro porque cuando las manos de Draco se dirigieron a correr las bragas de ella a un costado en vez de quitarselas, ella pareció coordinarse con sus planes, levantandose levemente solo para dejarlo acomodarse antes de bajar sobre él una vez más, urgida y necesitada de su tacto.
Mordió su labio para evitar hacer mucho ruido, pero Draco no se detuvo a ver su rostro, estaba muy concentrado en su cuerpo para hacerlo, viendo como sus manos estaban en las caderas de ella contra su piel, pero más que nada como ella se movía contra él.
Decidió que iba a dejarla hacer la mayor parte del trabajo mientras ella quisiese, así que en vez de presionarla contra si, se mantuvo relativamente quieto, los movimientos de ella casi hipnoticos.
***
Solo espero unos segundos tras haber terminado antes de agarrar su ropa, vestirse e irse de su departamento rápidamente, murmurando la vaga excusa de que tenía que trabajar temprano al día siguiente. No era mentira, pero eso no se contrapone a que haya sido una excusa.
Ella no alcanzó a protestar antes de que se hubiera ido.
Alcanzó a dormir un par de horas antes de tener que ir al trabajo. Lunes, jueves y sábados usualmente tenía que ir al ministerio a sentarse tras un escritorio. Martes y miercoles usualmente eran días de audiencia, lo que le entretenia más, era más dinamico, pero hoy era lunes.
Como si el aburrimiento de hacer papeleo en el ministerio no fuera suficiente, rondando por el mismo piso que él estaba Zach, y Draco era una persona bastante rencorosoa, sobre todo cuando tiene que ver con cosas que le importan, así que a pesar de que habían pasado por lo menos siete años desde el incidente en la fiesta de Ravenclaw, y al menos seis desde la última vez que habló e interactuo con Eliza, aún lo odiaba.
Aún estaba enamorado de Eliza también.
Lo peor es que Zach era carismatico y siempre parecía tener una audiencia de gente queriendo escuchar la basura que tuviera para decir. Ninguno de sus temas de conversación le era menos insoportable. Podía ser Quidditch, algún viaje, algo que estuviera pasando en el ministerio en el momento, pero hoy era sobre su esposa.
—Estamos intentando tener un hijo, llevamos intentandolo un par de meses, pero persistir no va a ser un problema— le guiño un ojo a la gente con la que hablaba mientras algunos de ellos se reían y otros lo felicitaban.
No había nada que felicitar, solo estaba teniendo sexo, pero supuso que eso era un logro para inmaduros prematuros como Zach y su tropa de imbeciles.
Aún no había conocido a ningún Zach que no fuera un idiota.
—Odio a Zach— fue lo primero que dijo, antes de saludar siquiera, cuando se encontro con Theo y Astoria en el bar más cercano.
—¿Hizo algo nuevo?— Astoria no sonoba sorprendida. Usualmente cuando Draco trabajaba en el ministerio llegaba quejandose de Zach.
—No, pero escuchar de su vida sexual y la posibilidad de que traiga un engendro como él a este mundo me hizo querer vomitar.
Theo le dió unas palmadas en el hombro y sin decirle nada empujo un vaso de cerveza hacia él.
—Ojala yo tuviera vida sexual— Theo suspiro dramaticamente.
—La última vez que hiciste eso no termino tan bi-
—Tu elección de parejas es horrible— interrumpió Draco. La versión suave de Astoria no lograba encapsular suficientemente bien la última relación que Theo había tenido.
Como su amigo, Draco había escuchado todo acerca de sus problemas de amor. También había amenazado a la chica, pero Theo era un idiota así que eso no funciono y termino aún peor.
—Bueno, salud por estar solteros hasta que nuestras familias nos obliguen a casarnos entre nosotros.
Theo lo dijó con tono ligero, pero no era una broma. Los tres se sonrieron comprehensiva y algo lastimosamente.