| ₊ ✦ 🌘 ₊ 𝐇𝐀𝐍𝐍𝐈𝐆𝐑𝐀𝐌 ; 𝕳𝖆𝖞𝖑𝖔𝖋𝖙 ♡

₊ ✦ 🌘 ₊ ── 𝐇𝐀𝐍𝐍𝐈𝐆𝐑𝐀𝐌 ──

Will se despertó bruscamente de su sueño.

Su cuerpo sudaba, no dudaba de que había sido otra pesadilla. Sin embargo eso no le preocupaba tanto como el hecho de que su alarma no había sonado por alguna razón, y por lo mismo no había ido a ver el cuerpo que Jack le había pedido que revisara.

Se sentó en el borde de la cama y tomo los lentes que estaban en la mesita de noche, se dirigió apresurado a su armario a buscar algo que colocarse. Iba a necesitar una muy buena justificación sobre que iba tarde, de hecho, se pregunto cuántas horas más había dormido, así que reviso el reloj de su muñeca y oh.

Pero antes de que pudiera apresurarse aún más, percibió un olor bastante agradable que parecía venir de la cocina de su hogar, sintió una leve pizca de miedo en ese instante.
¿Quien estaba en su casa? ¿y cuál era su intención preparando algo en SU cocina?
intento mantener la calma y tomo el arma que tenía, caminando lentamente hacia la cocina y tratando de no hacer ruido.

Hasta que pudo reconocer al hombre, eso hizo que soltará un suspiro y bajara el arma.

── Me han recibido de muchas maneras, pero nunca ninguno de ellos me ha apuntado con el arma. Ah, y buenos días para ti también Will. ── se trataba de Hannibal.

── ¿Podría saber que está haciendo en mi casa? Y ¿cómo es que entró? ── pregunto y dejo su arma de lado.

── En realidad, me quedé aquí anoche, debo deducir que no lo recuerdas. Y pensé que sería buena idea preparar el desayuno, mis disculpas si te di un susto ── Explico Lecter.

El otro guardo silencio.

Intentaba recordar la razón de porque se había quedado en su casa anoche, pero no consiguió desbloquear ningún recuerdo.

── Bueno, tengo que irme. Por alguna razón mi alarma no sonó y tenía que revisar un cuerpo con Jack ──

── ¿Te ibas sin comer algo? ──

── Cuándo tengo prisa lo hago, además suelo comprarme algo por allí, así que..── se encogió de hombros.

── Le dije a Jack que no irías, así que no tienes que preocuparte ──

── ¿Qué? ──

── tomar un pequeño descanso no le hace mal a nadie ── Hannibal le dedicó una pequeña sonrisa.

Parece que había encontrado al responsable de que su alarma no sonara a la hora debida.

── Gracias, supongo ── le dijo.

── No hay que agradecer. Y ahora tomemos asiento y disfrutemos del desayuno que prepare ── sonrió nuevamente.