DESCONFIADA

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2022

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2022

Se adentra en la maleza, esquivando una hilera de lianas que ascienden hacia las altas copas de los frondosos árboles. Sus dedos se cierran en torno a una de ellas, pero sin apretar demasiado. Tan sólo un sutil toque que detiene su movimiento cuando la piel roza su tacto frío, suficiente como para engañar a sus sentidos mediante una falsa sensación de seguridad.
Jamás se fiaría de nada. Ni siquiera de esa, en aparente, fuerte y resistente trepadora. No precisa más que usarla de referencia para mantener el equilibrio, un punto de control en medio del apabullante caos latente.
Las caídas duelen más cuanto mayor te alzas. Bien lo sabe ella, quien declina el soporte como antojo efímero que entrase por sus pupilas, y que bien se sabe que no conducirá a buen puerto.

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