Lovesick.

#03: Denial.

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                         Denial

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— ¡Suéltame! —Ichigo chilló horrorizada, comenzando a sudar frío por el tremendo miedo que recorría su cuerpo—. ¡Quítate! —Intentó en vano zafarse de las manos de Kisshu.

El alíen apretó más las muñecas de Ichigo.

—Pero, Koneko-chan, —Sonrió con un toque maniático— creí que nos divertiríamos juntos.

— ¡¿Heh?!—Exclamó estupefacta, aún sin creer la actitud del lunático que tenía encima de ella, harta y ansiosa de huir, ella continuó forcejeando contra él —. ¡Quítate, te he dicho!

Kisshu entrecerró sus ojos, su rostro tornó serio. La joven adolescente tragó saliva en seco, temiendo por su integridad. Kisshu jamás se pone serio, jamás. Sin embargo, aquello no aminoró sus ganas de huir de él, contrario a ello, solo las avivaba cada vez más. No obstante, no tenía idea de cómo escapar del gélido agarre de Kish.

—Tal vez deba ponerte de humor. — La garganta de Ichigo comenzó a cerrarse, sin poder pronunciar palabra o sonido alguno, pero como pudo, y con todo el terror que su cuerpo poseía, se armó de valor y preguntó:

— ¿D-De qué hablas?

Sin vacilar un segundo, Kisshu posó sus labios sobre los rosados de Ichigo. Ella no respondió al beso, pero sí reaccionó en contra de Kisshu. Intentó zafarse una vez más de las despiadadas manos y alejarse del rostro del contrario, pero simplemente no lo lograba, y ella no podía explicar por qué, siendo que en innumerables encuentros había podido esquivar sus besos y ataques con tanta facilidad. Kisshu ejerció más fuerza, provocando como reacción un pequeño chillido por parte de Ichigo, permitiendo que Kisshu resbalase su lengua dentro de la boca de la fémina.

Ichigo sentía que estaba a punto de vomitar, comenzaba a sentir fuertes nauseas, aunque ella no sabría explicar si se debía al asco de ser besada por su némesis, o si era el miedo y el estrés haciendo una reacción física en ella. No dejó ni por un momento de luchar con sus manos, con sus pies, sus uñas y dientes, estaba al colapso de llorar por la frustración que sentía. Continuaba intentando alejarse lo más pronto y lejos posible de la lengua de su enemigo. Este pensamiento hizo revolver el estómago de Ichigo. De pronto, supo qué hacer.

— ¡Maldición, Ichigo! —Kisshu maldijo, alejándose un par de centímetros.

Ichigo mordió atrozmente la lengua dentro de su boca. Kisshu se separó, mas no soltó a Ichigo.

—¡Kish! ¡Quítate! —Ichigo cada vez más agotada, pero persistente, continuaba.

Kisshu se había puesto como loco, pero un momento después trató tranquilizarse. Dejo salir una pequeña risita.

—Pero, Koneko-chan, no lo entiendo.

— ¿Entender qué? —Preguntó molesta.

El rostro de Kisshu tornó más gentil. Suavizó sus expresiones.

— ¿Por qué te resistes? —Ichigo paró por un momento.

Ahora fue ella quien no entendió. Después de todo, Ichigo pensaba que él ya sabía que ella lo odiaba a muerte, ¿a qué se refería?

— ¿De qué hablas, Kish? —Preguntó anonadada.

Una sonrisa macabra apareció en el rostro del oponente. Adoraba la ingenuidad de Ichigo, pero aún más cuando la combinaba con una expresión de terror. Este no respondió a la pregunta de Ichigo, en cambio, relamió su labio superior. Antes de que Ichigo pudiera continuar protestando, Kisshu actuó más rápido, arrastrando las muñecas de la joven por encima de su cabeza roja y unió las muñecas, agarrando ambas con una sola mano. Esto requirió más fuerza en su mano, no demasiada, pero sí la suficiente como para que quedasen marcas en la piel de Ichigo durante algunos días.