#4: Hate

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Una, dos, tres, cuatro, cinco y seis llamadas perdidas. Ichigo simplemente no saldría de aquella cama. Tanto dolor, tanta agonía. Todas las llamadas fueron del Café Mew Mew, ella tuvo en cuenta que no debió haberlas ignorado todas, seguramente las primeras se debían a su retraso al café y al resto de un ataque de los enemigos. Pero eso fue justo lo que quería evitar, o quizá, todas se debían a su retraso, no quiso tomar el riesgo a atreverse.

La casa entera estuvo vacía y silenciosa, preguntándose vagamente cuánto tiempo mas sus padres se atreverían a dejar a su hija adolescente completamente sola en casa. Sus lagrimas caían débilmente y se perdían una vez tocaban la tela de la almohada. Su cuerpo cubierto por tres sabanas, aumentando su temperatura corporal, no le importaba. Tampoco le importó que estuviera al borde de la cordura, ni las furiosas llamadas perdidas de sus camaradas, no le importó tan siquiera su sufrimiento propio, lo único que pudo pensar fue, que nunca pensó estar tan avergonzada de sí. Tal vez era hora de dejar de llamarse como heroína protectora de la Tierra o fiel novia y más bien, como traidora.

Creyó que los latidos de su corazón comenzaban a detenerse lentamente. La fuerte imagen de Kisshu encima de ella la atacó una vez más, haciendo que tomara con más fuerza de la sábana, queriendo esconderse de la verdad, deseando que su colchón pudiera comérselas y escupirla de regreso cuando nada de eso tuviese importancia aún. Las lágrimas siguieron fluyendo, dejando sus ojos terriblemente irritados cuando pensó en su novio Aoyama, ¿qué pensaría de ella? Sintió cómo su corazón, por un momento, fue clavado a la mitad por una fina aguja. Apretó sus ojos, provocando un intenso dolor de cabeza martillándole las sienes. Sus labios temblaron del miedo, dejando salir un sollozo quebrado, deseando callar el tormentoso silencio que reinaba en su solitaria casa, únicamente interrumpido por su llanto. La imagen de su novio Masaya fue la más fuerte que pudo tener en su cabeza, fue la que más dolor le provocaba, fue la que más le importó.

"Aoyama-kun... perdóname..."

Sintió que estaba por enfermarse con sólo pensar que en un momento alguno, ella permitió que Kisshu continuara. Sacudió su cabeza fuertemente, anhelando poder borrar ese pensamiento, los cuales fueron irrumpidos otra vez, cuando se escuchó el timbre de su celular, haciéndole pensar que podría ser de nuevo el Café llamándole. Abrió levemente sus ojos, enfrentándose con la realidad, desde donde se encontraba, pudo ver su celular con la pantalla iluminada en su mesita de noche.

"Tal vez...", Frunció el ceño ligeramente, cerrando los ojos. "Tal vez erré y no lo podré cambiar, pero...", Abrió los ojos aun con los párpados pesados "Puedo hacer algo hoy..."

Al realizar el primer movimiento con su brazo, pudo percibir el primer arrepentimiento, sacudió la cabeza y aclaró su mente.

"¡Debo hacerlo!"

Extendió su brazo tomando el teléfono, contestó la llamada al tiempo que saltaba de la cama para irse apresuradamente apenas escuchó las indicaciones de sus compañeras de equipo. Corrió y corrió lo más rápido que pudo, sintiéndose egoísta por no haber respondido antes. El aire le hacía falta pero no se detuvo hasta que llegó al lugar en donde estaba sucediendo el ataque de los aliens.

--¡lchigo!--Escuchó su nombre, pero no vio a nadie en el lugar, ni a sus camaradas ni a sus enemigos, hasta que nuevamente un grito la alertó -¡Ichigo! ¡Cuidado!

--¿Heh?

Sin poder voltearse por completo, abrió sus ojos en sorpresa y un estallido se presenció cerca de Ichigo, haciéndola caer fuertemente contra el suelo, lastimándola levemente.
Abrió débilmente sus ojos, intentando recuperarse del golpe que le había sacado el aire de los pulmones. Ella no podía ver ni escuchar muy bien, los oídos le zumbaban y en el aire estaba el humo y polvo que la explosión había provocado, Ichigo estaba completamente desorientada. Antes de que el aire se aclarara completamente, pudo escuchar las voces como un ruido débil a lo lejos, guiándola. Pasaron un par de minutos antes de que la lider Mew mew pudiese reaccionar correctamente y dirigirse hacia donde creyó que estaban las voces. Una vez estuvo ahí, quiso pensar que aun estaba aturdida por el golpe en la cabeza y que estaba alucinando, lo vio ahí, robó su aliento y un latido de su corazón al observarlo con sus propios ojos y escuchar su irritadora risa. Kisshu volteó al sentir la presencia de Ichigo y sonrió estrechamente.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2023 ⏰

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