Las Alas del Amor [Kai & Tú]

Capitulo 4

Aquellos increíbles y descarados ojos oscuros me habían mirado por debajo de unas cejas curiosas, Dios en realidad era un hombre muy atractivo y sin duda el lo sabía por eso había actuado de esa manera al rescatarme de caer

Su mirada muy bien me había dejado claro que se estaba burlando de mi, ¿había sentido como mi corazón latía aceleradamente? Tal vez se dio cuenta el desastre que era en sus brazos.... ¿Por eso me siguió con la mirada después de que me fui?

-¿se encuentra bien señorita?- me pregunto Eun Mi después de que estuvo hablandome y yo no respondía 

-si ¿porqué lo dices?

-porque esta toda roja de la cara- me analizo de forma tierna y yo no pude evitar sonreír-¿tiene fiebre?

-no, sólo tengo calor- ella me miro de forma extraña esta vez ya que realmente el día estaba nublado y el ambiente un poco frío 

-como usted diga

-vamos a dejar el juego hasta aquí-dije levantandome del suelo de la sala donde estaba jugando con la niña- ahora vayamos a lavarte para que tomes tu siesta sabes que no debes agotarte 

-esta bien- dijo no muy feliz

después de que Eun Mi tomo su baño y me quede con ella hasta que se quedo dormida salí de la habitación y me dirigí al jardín sin importar que estuviera apunto de llover, me gustaban los días fríos y nublados porque era así como sentía que era mi vida, siempre con nubes negras

Un suave pero frío airé agito mis cabellos y yo cerré los ojos, todo estaba en calma incluso mi corazón pero todo fue perturbado cuando una voz me sorprendió y me hizo abrir los ojos

-debo confesarle señorita Stevenson que muchas mujeres han caído en mis brazos-dijo con picardía- pero ninguna de la manera en que usted lo hizo- esto último lo percibí con burla

-¿de verdad joven Kim? tiene mucha suerte con las mujeres, debe sentirse orgulloso- dije sin importancia- yo solo he caído una vez en los brazos de un hombre y era porque realmente me estaba cayendo...- dije poniéndolo en su lugar, aunque use un tono que no debía por ser yo solo una empleada- si no tiene nada más que decir me retiro

-¿otra vez piensas huir e ignorarme en todo momento?- Kai dejo de usar ese tono formal conmigo y me miro directamente a los ojos- te recuerdo que ya no somos unos extraños como lo éramos en el aeropuerto donde nos vimos por primera vez, tu sabes quien soy, yo se quien eres tu ¿porque no podemos tener una conversación normal?

-porque no somos iguales-de verdad no quería crear vínculos con nadie y esa insistencia de Kai por conocerme y hablar conmigo me ponía nerviosa 

-el hecho de que trabajes para mi familia no cambia nada-dijo cruzándome de brazos- podemos ser amigos

-debo regresar a mis deberes....-dije dispuesta a irme y terminar con esa conversación- con su permiso

Me aleje mientras el me miraba sin perder su característica sonrisa atrevida, una increíble sonrisa que volvería loca a cualquier mujer 

-no dejare de insistir, hay algo en ti que me encanta y no me importa que seas una simple empleada

Mientras yo tenía que lidiar con Kai en Londres seguían buscándome, mi padre parecía que se volvería loco de la rabia que sentía hacia mi ya que nuestro apellido se encontraba en boca de toda la alta sociedad londinense, nuestra familia era la burla de todos, por otro lado Andrew quería encontrarme sólo para hacerme ver que el sería el ganador y que siempre conseguía lo que quería y lo que el quería era a mi

*Londres*

-Mr. Williams hemos estado buscando por todo Londres pero es como si ella hubiera desaparecido de la faz de la tierra- decía uno de aquellos hombres que había contratado mi padre

-¡no puede ser posible!- dijo más que furioso al ser el hazme reír junto con mi prometido 

-fuimos al aeropuerto y dimos una fuerte cantidad de dinero para que nos entregarán la lista de pasajeros del día que desapareció la señorita Williams-explico aquel mismo hombre 

-¿y que encontraron?

-es una búsqueda muy complicada pero no imposible....descubrimos que ese día nueve mujeres con el nombre de _____ viajaron a diferentes destinos

-_____ es sólo uno de sus nombres.... me esta diciendo que mi hija viajo con...

-esas nueve mujeres tuvieron diferentes destinos pero también tienen diferentes apellidos, su hija cambio su identidad

-no creí que fuera tan inteligente para hacer eso-fueron las palabras despectivas de mi padre-¿que es lo siguiente que harán?

-buscar señor Williams, enviare a mis hombres a investigar a cada uno de esos destinos es la única solución aunque eso costara más 

-no importa lo que tenga que gastar, hay más que ganar cuando encuentre a esa chiquilla rebelde

-en ese caso enviare a mis hombres a Canadá, Brasil, México, Roma, Malasia, Taiwán, India, Tailandia y a Corea del Sur-el investigador dijo uno a uno los países escritos en su bloc de notas 

-hagan lo que sea necesario ¡pero tráiganla de regreso!- papá dio un golpe a su escritorio y como el lo había dicho, en cuanto me encontrara no tendría ninguna consideración de mi... me obligaría a casarme con Andrew

La libertad que anhelaba y por la cual estaba luchando estaba nuevamente en peligro, mi padre si tenía que buscarme en el fondo del mar o en el lugar más recóndito de la tierra estaba dispuesto a hacerlo 

¿Porqué mis padres no veían que a lado de Andrew mi vida corría peligro? ¿Yo no les importaba ni un poco?

.........

-cuando tu padre te encuentre nadie podrá ayudarte...-pensaba Andrew mientras se encontraba en su lujosa mansión bebiendo una copa de vino del más costoso- cuando estés en mis manos te haré entender como debe comportarse la prometida de Andrew Lexington- sus labios se curvaron en una sonrisa llena de malicia 

¿Por cuanto tiempo podré ocultarme en Corea? ¿Mi verdadera identidad seguiría siendo desconocida? ¿Nadie sabría que yo era una mujer de alta sociedad y la más buscada en Londres?

-¿en qué piensas?- pregunto el mejor amigo de Andrew al ver su sonrisa

-en que muy pronto dejarán de verme la cara de idiota- Andrew miro su copa de vino y su sonrisa se hizo más grande- cuando _____ aparezca nos casaremos de inmediato y la haré obedecerme.... Aprenderá muy bien

-¿le aras daño?- pregunto Antony con una sonrisa llena de cinismo

-¿quien te ha dicho semejante bajeza?- Andrew río con ironía- o más bien ¿quien ha dicho que te revelare los asuntos íntimos de mi prometida?

-tienes razón- ambos rieron ante una verdad que me involucraba totalmente