𝑇𝑜𝑎𝑘'𝑘𝑎𝑚 || Avatar

ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 I

Mientras qué las bombas caían en lugares poblados, la televisión marcaba el número de las muertes aún costado de la televisión. Los edificios qué una vez fueron un lugar de turismo terminaron por ser ruinas con cadáveres. Las cámaras se mueven de un lado a otro captando como la gente qué intentaba sobrevivir salían de los edificios, los niños siempre estaban escondidos en los brazos de sus padres y otros miraban a su alrededor con el miedo plasmado en sus ojos inocentes.

En esa guerra encontré las verdaderas películas de terror.

Después de unos meses el desastre era más visible en las zonas más afectadas, las calles estaban vacías de personas vivas, los autos se encontraban estacionados o volcados, había quedado rastro de sangre.

Por más que se intentará ignorar los pequeños niños qué estaban tirados al costado sin vida, dolía. Dolía peor que una patada en el pecho.

Sin mencionar el desastre de las embarazadas vacías...

Aún con mi Fusil en mano decidí proteger a los más necesitados, no importaba si eran del pais enemigo. Ellos solo eran víctimas qué debían de recibir el pecado de otro, el polvo en sus rostro y las marcas de lágrimas era prueba de la crueldad humana.

— Nicolle debes de dar las coordenadas. Otra vez.

— General seguimos en la misma posición, los civiles están subiendo a nuestras camionetas, pronto marcharán a otra dirección opuesta a la que nos mandó.

— Bien, recuerda qué estamos al norte. Por favor no dejes qué te maten — Dijo.

Aunque apenas se podría entender su voz por la señal se notaba la preocupación en el. No podía mentir, ni tampoco dar falsas esperanzas, escuche llamarme por segundas vez y respondí.

— No podre cumplir con su deseo mi general. Pero sacare adelante mi grupo y podremos reunirnos en el este.

Como respuesta escuche como soltaba una risa... Una vacía. Tenia la esperanza de volver con el, aunque fuéramos una relación de padre e hija nunca llegue a decírselo. Ese sentimiento de anhelo al querer escucharlo de nuevo siempre estuvo conmigo mientras se continuo el viaje.

Pero todo anhelo o deseo desapareció en el momento que llegamos a nuestro destino, un abrazo que nos dimos y luego unas risas, creímos que estábamos en un lugar fuera del ojo enemigo.

Pero nunca fué así.

Una vez qué nos tomaron con la guardia baja y empezaron a disparar. Podía ver las balas que llegaron a cruzar pero nunca llegar a nosotros.

Mis instinto no tardaron, me dió la fuerza suficiente fuerza para tirar al general hacia un lado, agarrar mi arma y disparar entre los arboles. Cuerpos que caían de los arboles, gritos desgarradores, no me iba a rendir hasta poder llevar a todos a casa.

Escuchaba los gritos de los demas soldados, recibi alguna que otra bala en partes de mi cuerpo. Pero el odio que me mantenia a pie era mucho mas fuerte que el dolor.

Nicolle

¡Nicolle!

Gruñi como respuesta hasta sentir como me agarraban una vez que las balas se me acabaron y estaba dispuesta a recargar. Me sacudi con tantas fuerzas para evitar que me alejaran de mi objetivo, ataron mis brazos y piernas.

— Llevensela, ¡AHORA!.

En un principio mis gritos eran desgarradores, no queria este destino, no para el. Implore como nunca lo hice, nunca roge tanto a dios por la vida de mi general. Sus ojos verdes se iluminaron al verme, sonrio por ultima vez antes de girar y perderse en los arboles.

— ¡PAPÁ!