𝐃𝐚𝐢𝐬𝐲 [𝐒𝐭𝐫𝐚𝐲 𝐊𝐢𝐝𝐬]

𝐕𝐈𝐈𝐈

Carruajes, soldados y lo que menos querían que aparecieran, sus padres. Deben admitir que se tardaron más de lo esperado.

— Está vez si seremos peces fritos — JeongIn se escondió detrás de Chan — Tú primero

— Piedra, papel o tijera, el que pierda será el primero en ser sacrificado — ofreció ChangBin listo para jugar

— Tómense esto en serio, el príncipe MinHo está en descontrol y ustedes solo discuten para saber a quien sacrificar — alegó la chica ya frustrada de la situación — Yo sería una mejor reina que ustedes ocho juntos, sin ofender — susurro lo último hacías los cuatro menores

— Sin rencores — SeungMin se encogió de hombros

— ¡¿Qué está pasando aquí?! — una voz alterada apareció en el jardín

— Padre — fue lo único que dijeron los hermanos

— MinHo — susurró la reina de Lune — Querido, ¿traes los dardos? — le pregunto a su esposo, el rey de Lune, quien solo asintió

— ¿Dardos? — Felix se mostró preocupado

— Son para tranquilizar a MinHo, de lo contrario no hay solución — aviso el rey listo para disparar

— ¿Única solución o eso es lo que ustedes quieren? ¿Están seguros que esto no lastima a su hijo? — JiSung se puso en frente del rey de Lune

— Príncipe, hágase a un lado, ya lo hemos hecho otra veces solo pasará una semana dormido — trato de restarle importancia la reina de Lune

— ¿Una semana? ¡Están locos! — Felix abrió sus ojos con sorpresa

— Se nota el cariño de padres e hijo — HyunJin rodó sus ojos sarcástico

— ¡Dejen de estorbar y aléjense! — aviso el rey de Liberté

— ¡No!

Una luz cegadora fue lo único que los ojos de todos pudieron sentir, era tanta que tuvieron que cerrar los ojos en un instante. Nadie podia ver lo que ocurría, ni siquiera cuando un par de alas blancas se acercaron a las negras.

— ¿MinHo?

— ¿Quién eres? No des un paso más — advirtió sus ojos estaban completamente oscuros

— Soy Han JiSung y prometo ayudarte — se acercó un poco más

— Un pasó más y considérate muerto

— Eres un poco agresivo

— Y tú al parecer no escuchas

Antes de cualquier ataque de parte del príncipe de Lune cayó en los brazos del contrario ante una luz cálida.

— Te tengo, ya estas a salvo — con delicadeza aterrizo en el suelo y guardo sus alas de nuevo en su capa — Eres muy pesado

— ¿Qué ha pasado? — abrió sus ojos y tan pronto tuvo memoria se asustó — No, ¿que hice? ¿Cuánto tiempo estuve dormido?

— Despertaste hace un minuto, no te alteres todo va estar bien, no tienes la culpa de nada — le sonrío dulce — Si alguien pregunta, solo estoy durmiendo — se tiro al suelo y cerró sus ojos, se durmió así de rápido

— Eres raro — bufo con una sonrisa

— ¡MinHo, cariño! — se acercó su madre — ¿Estás bien? ¿Qué fue esa luz?

— Todavía se atreve a preguntarle si está bien cuando iba a dejar le dieran con flecha — Chan la vio con desaprobación

— ¿Otra vez? ¿En serio? — MinHo los vio sin expresión