No me digas Te amo

1. Chico de la gorra

Gotas caen junto con mis lágrimas que corren por mi rostro sin permiso. Quieta bajo la lluvia, no puedo moverme solo quiero que la lluvia limpie mis penas.

Estoy en el suelo acostada, esas gotas se mezclan con mis lágrimas. ¿Cómo fue que termine así? Si yo era tan alegre, llena de vida y con mil sueños por cumplir. Y ahora bueno estoy bajo la lluvia, hecha pedazos por alguien que ni siquiera supo quererme bonito.

El error que cometemos los humanos es entregarle todo a alguien, nuestro tiempo, nuestras risas, nuestros sueños y pretender que la otra persona hará lo mismo. Pero por más que eso no suceda seguimos ahí, por no querer alejarnos de esa persona, por ser ciegos de amor.

El daño que se puede provocar en otra persona es terrible, no nos detenemos a pensar eso, somos egoístas y pensamos en nosotros mismos. Pero mi error es que jamás fui egoísta yo siempre pensé en él y bueno él jamás pensó en mí. En lo que yo quería o tal vez lo romántice demasiado quería ver en él esa versión que yo quería que fuera. El chico Wattpad, el príncipe azul que rescata a la princesa. Pero a veces la princesa debe salvarse sola y el príncipe solo la observa, se aleja lo más que puede.

De repente una mano me levanta del suelo y me deja en sus brazos, una mano cálida. No puedo ver de quién se trata ya que su rostro está tapado con una gorra negra, pero la persona se inclina a mi oído y me susurra:

- No te sientas sola, yo seré quién te haga brillar de nuevo y dibujaré en ese rostro una hermosa sonrisa. Sólo espérame- su voz es ronca y masculina y eso hace que todo mi cuerpo tiemble y me ponga nerviosa.

Me siento en la cama y respiro agitadamente, otra vez ese sueño, y todavía no logro quitarle la gorra al extraño. Se aparece cada noche, el sueño puede ser diferente pero siempre está él y nunca sé de quién se trata pues despierto antes de que pueda sacarle esa estúpida gorra.

¿Quién eres? Y ¿Por qué te apareces en mis sueños? ¿Por qué te apareces en el momento indicado? Estas y mil preguntas más se aparecen en mi cabeza cada vez que despierto, cada mañana.

Y ¿Dónde estás? ¿Cuánto tiempo debo esperarte?

Que ridiculez es solo un sueño, debo despertar ya y prepararme para ir a la Universidad. Bostezo una vez más y aparto las sabanas de mi cuerpo, me levanto y me dirijo al baño adormilada. Mientras me ducho, otra vez los recuerdos vienen a mi como una bomba a punto de explotar, y los aparto inmediatamente, de que sirve que siga recordando algo que solo es parte del pasado. Debo concentrarme en mi carrera y en recibirme pronto, mantener la cabeza ocupada para no recaer otra vez.

Eso es lo más difícil, tratar de no recaer, tratar de que los recuerdos no vengan, pero cada vez que miras algo, un recuerdo sin previo aviso aparece en tu mente. Como si ya el hecho de estar rota no fuera suficiente.

Distraída salgo de la residencia y me choco con Caleb Adams mi mejor amigo, el suele estar por aquí ya que pues ustedes saben, es popular entre las chicas, muchas dirían que estoy loca por no estar con él, pero lo cierto es, que somos muy diferentes y jamás podría verlo como algo más que un amigo. ¿Se preguntarán y como es Caleb para que me digan eso? Pues Caleb es alto, tiene la piel morena, y su rostro parece sacado de película, su cabello es negro, sus ojos color miel y una perfecta barba, lo hacen ser el objetivo de muchas.

-Hola princesa, ¿Qué tal todo? - su rostro se ensancha con una sonrisa y hace que las chicas que están atrás mío se ruboricen.

- Oye ya basta sabes que odio que me digas así- princesa es el apodo más horrendo, y sin mencionar que así me decía mi ex, ahg como permití que me llamara de esa forma.

- Y por eso lo hago, es divertido ver tu cara de enojo y como rodeas los ojos cada vez que digo la palabra princesa- rodeo los ojos- ¿ves? Es genial- empieza a reírse de mí y le doy un codazo en el estómago- Auch eso dolió, está bien dejaré de molestarte ¿Quieres que te lleve a la universidad?

- No, creo que estarás muy ocupado para llevarme- suspiré señalando a las chicas de atrás que seguían observándolo. En cuanto Caleb las vio las chicas miraron hacia otro lado avergonzadas y él solo se rio.

- Puedes dejar que te lleve, además ayer ya tuve suficiente de chicas, quiero pasar tiempo contigo , casi ya no te veo y sé que es mi culpa, pero siento que estás alejándote de mí- no podía negarme cuando hacía sus pucheros y la realidad es que si, pero no estaba alejándome de él por algo que haya hecho, sino que sentía que necesitaba estar sola, estar rota y sanar no es nada fácil, a veces te olvidas de las personas que estuvieron ahí para ti cuando las cosas se pusieron feas, pero no es culpa de nadie, es un proceso que ambas partes tienen que respetar.

- Si lo siento Caleb, es que ya sabes estoy sanando y necesitaba un tiempo a solas para mí, aún siento que estoy rota y eso me desespera, por qué siento que antes estaba muy bien y ahora solo estoy viviendo el día a día- agachó la cabeza y siento que una lágrima está a punto de salir, pero no la dejo.

Caleb no dice nada, solo me rodea con sus brazos y eso es todo lo que necesito para sentirme un poco mejor. Para sentirme viva otra vez. Él siempre ha estado para mí desde que rompí con aquella persona... ni siquiera soy capaz de decir su nombre.

A veces me pregunto por qué las personas dañan a quienes más quieren, dejándolas con un corazón roto que ellos mismos tienen que reparar, dejándolas con una carga en sus corazones, hasta con preguntas sin resolver, sin respuestas.

Sólo las personas lastimadas, saben lo que es estar rotas, lo difícil que es tratar de olvidar, de superar a la persona por la cual daban todo, y aun así eso no fue suficiente por qué igual les fallaron y también es difícil tener que irse del lugar que considerabas tu hogar, tu lugar seguro, tener que dejar a la persona que pensabas que iba a estar a tu lado para siempre. Abrir los ojos y darte cuenta de que ahí ya no era más, de que tomaste la decisión correcta al irte, pero eso no significa que no duela, eso no significa que los recuerdos te dejarán en paz.

Todo es un proceso, un proceso que puede ser largo o corto, todo depende de la persona que está rota, pero he aprendido que no debo estar con alguien para que él me sane, sino que yo debo sanar sola y es por eso que no estoy interesada en tener algo serio con otra persona.

Eso no está en mis planes, pero no puedo dejar de pensar en el chico del sueño, sé que es tonto pensar en eso, a fin de cuentas, es solo un sueño, pero una parte de mí, me dice que ese chico si es real y vendrá. Pero no quiero que lo sea, no quiero que sea real, por qué si lo es, eso significa que tendré que alejarlo de mí. No quiero tener que hacerlo, pero lo siento chico de la gorra no puedes entrar a mi vida, estoy rota y no puedo permitir que otra persona me vuelva a romper, nunca más.

Cuando lo deje, me prometí a mí misma que no dejaría que ningún otro chico me lastimara otra vez y que tampoco podría permitir que alguien entrará a mi vida si seguía sanando ya que si la otra persona viene con buenas intenciones, entonces solo lastimaría a esa persona y no creo poder hacer eso, no quiero lastimar a alguien como me lastimaron a mí.

Entonces chico de la gorra, si eres real, no me busques, yo no te esperaré.