No me digas Te amo

2. Estoy cansada de fingir que estoy bien

Las luces de la disco me encandilan, cierro los ojos y los abro para ver otro chico que bese sin ni siquiera saber su nombre. El chico se despide con la mano y sigue su camino, me dirijo hacia dónde está mi mejor amigo, besándose con una chica de la residencia que conozco. Tomó la botella de cerveza y doy un trago largo dejando la botella vacía.

Al final Caleb si me había llevado y tuvimos una larga charla hasta llegar a la universidad, en donde prometimos no alejarnos del otro y si necesitábamos estar solos lo comunicaríamos para que ninguno de los dos se sintiera aislado. Los días que siguieron me la pasé estresada por los deberes y por qué se acercaba la época de exámenes, por suerte mi mejor amigo me aconsejó que saliéramos está noche para relajarnos y poder despejar la mente por una noche.

Lo hice, pero ciertamente después de un rato de besar a tantos chicos, ya se torna aburrido, le hago una seña a Caleb cuando notó que ya dejó de besarla y me dirijo hacia el baño. Veo pasar a un chico que me mira de arriba a abajo en cuanto me ve, pero dejo de prestarle atención cuando sigue su camino sin dirigirme la palabra. Entro al baño de damas y me miró al espejo, mi cabello está hecho un desastre, lo tengo muy enredado así que intento acomodarlo con los dedos. Y me replanteo que es lo que me llevo a salir de fiesta y besarme con desconocidos.

Cuando te rompen el corazón sentís decepción y creo que es exactamente eso lo que te detiene a sentir otra vez por alguien, por eso sientes que cada persona nueva que conoces, será otra decepción, sin ni siquiera conocer a la otra persona. Es como un ciclo que nunca termina.... Quieres que llegue el amor, pero no lo dejas entrar y eso es lo contradictorio.

Creo que por eso no quiero que nadie entre a mí vida, prefiero vivir de fiesta, concentrarme en mis metas, que conocer a una persona. Y si tal vez está mal, juzgar a otra persona, pero esa persona no sabe lo que viví y que no quiero volver a vivir. A veces siento que no quiero volver a enamorarme, por temor a revivir todo ese dolor. Y otras simplemente quiero que me abracen, sentir que tengo un lugar seguro en donde quiero quedarme y nunca más irme. Pero luego recuerdo que eso es lo que me puso en esta situación y me recuerdo que en este momento lo más importante soy yo y es por eso, que estar sola es lo mejor para mí.

Además, seamos sinceros en esta época, nadie quiere algo serio, prefieren algo casual. Y eso es todo.

El romance de los libros, solo existe ahí, por eso mi refugio, mi hogar son los libros. Cada vez que leo uno nuevo hace que mis expectativas se eleven por mil, pero también eso hace que me decepcione por no poder sacar a los chicos que están escritos sobre esas páginas, chicos de libros, ficticios, pero que son lo que más anhelo en el mundo.

Quiero creer que chicos así existen, pero luego caigo en la realidad, conozco a los reales y como dije anteriormente me decepcionó, por qué ninguno es como ellos, ninguno tiene esas acciones que te hacen gritar de felicidad cada vez que las lees, ninguno te hace sentir esas mariposas que sienten las protagonistas y que sentimos las lectoras.

La triste realidad es esa, es por eso que solo puedo soñar con eso y conformarme con leer esos romances de libro. Y en la realidad estar sola y salir de fiesta.

El único hombre que está para mí es mi mejor amigo y eso siempre se lo voy a agradecer, hasta me defendió cuando se enteró lo que me había hecho mí ex y cuando él quiso volver a buscarme, Caleb fue quien lo detuvo para que me dejara tranquila.

Desde entonces hemos sido solo nosotros contra el mundo, me ayudó mucho durante el duelo, hasta acepto ponerse mascarillas y ver películas de Barbie comiendo helado de mí sabor favorito solo por qué estaba triste.

Todas queremos un Caleb.

Si todas merecemos alguien como Caleb, pero ninguna chica ha sabido apreciar a mí mejor amigo, es por eso que es mujeriego y no se involucra sentimentalmente con nadie.