Lo que me gusta de ti - Michaeng (Adaptación)

Capítulo 86: Supermassive black hole/ Weapon

Se acercó lentamente por detrás y apartando un poco de cabello de su hombro, besó su cuello y con sus labios pescó el lóbulo de su oreja y sonrió al escucharla reír muy bajito y gemir. Un escalofrío recorrió su cuerpo y la abrazó, mostrándole a su vez, el plato con galletas de chispas de chocolate y el vaso de leche.

-¿Ya se durmió?-preguntó Chaeyoung, volteando un poco y agarrando una galleta para comérsela.

-Sí...está profundamente dormido-respondió Mina.

-¿Segura? No vaya a sucederle como a ti...

-Estoy muy segura. Seth me ha ayudado y por si acaso, se ha quedado a su lado a dormir...por si despierta y eso-explicó y bebió un sorbo de la leche-¿Tú cómo estás? Pensé que una vez terminada la cena, irías a dormir de inmediato.

-Estaba esperándote-le dio un beso en los labios-Mira qué lindo se ve todo con la luna ahí ¿No te parece que es hermoso?-preguntó, feliz.

Mina la miró a ella y suspirando profundamente, sonrió-Sí, eres realmente hermosa.

Chaeyoung volteó al escucharla y se sonrojó inmensamente, Mina no pudo notarlo mucho porque todo estaba oscuro y solamente eran iluminadas parcialmente por la luz de la luna. La castaña cerró un poco el espacio y besó con suavidad sus labios, quedándose sin aire por un breve segundo. Sonrió y Mina la abrazó.

-Gracias por...el brindis en honor a mi papá-agradeció Chaeyoung, sintiendo un nudo en la garganta-Fue muy lindo lo que dijiste.

Mina sonrió.

-Me alegra que te haya gustado. Es porque te amo.

No sabía cómo expresarlo, pero siempre sentía ese torrente de sangre correrle por las venas cada vez que ella le decía que la amaba, le emocionaba demasiado y siempre que recordaba cuando la conoció en aquel baño de hombres del aeropuerto y cómo era de cortante y seria, no podía evitar sentir ganas de reírse de nerviosismo y felicidad; porque si alguien le hubiera dicho que esa Mina y la que estaba besándola como si fuera a acabarse el mundo eran la misma, también se reiría.

-Mina...los chicos...

-Están dormidos...no se van a despertar-susurró, besando su vientre. Miró hacia arriba a Chaeyoung con el deseo enmarcando sus ojos-Puedes estar segura.

De cualquier modo, amaba a esas dos Minas, porque juntas son lo que siempre soñó.
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No había aceptado que le llevaran en camilla a ningún lugar, menos que intentaran ponerle un collarín en el cuello. Sí, le dolía como el demonio, pero estaba harto de tener que usar muletas, férulas, vendas y siempre parecer una momia lisiada. Había perdido la cuenta de cuántas veces había estado en una clínica u hospital y las razones eran muchas como para ponerse a enumerarlas.

Salió con mucho cuidado de la ducha, no queriendo mover la cabeza ni un centímetro y cuidando de no resbalar con el suelo mojado. Vio que en los bancos estaba sentado Minhyuk, todo sucio por el barro y tenía los ojos brillantes como si fuera a ponerse a llorar.
Se vieron unos segundos y luego apartó la mirada para buscar su ropa en el locker asignado.

-¿Qué haces aquí?-preguntó Minho, revolviendo las cosas en su bolso y buscando sus bóxers para ponérselos-Pensé que estarías buscando tu trofeo o lo que sea que hayas ganado.

-2 pasajes a Ibiza y un Mercedes-Benz C300-respondió Minhyuk, apesadumbrado.

-Felicidades-dijo Minho, sonriendo y acercándose para darle la mano. Minhyuk lo miró, dudoso, en su mirada no parecía haber rencor ni enojo. Le dio la mano, sintiendo sacudidas en el estómago al sentir su piel y negó, bajando el rostro para que no viera las lágrimas que parecía que se aproximarían.