Capítulo 40: Misericordia

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-Quiero decirte que... quiero decirte que... yo te agradezco lo que hiciste de avisarnos sobre donde estaba Mina y... pues eso, gracias.

Jiyong la miró confundido y luego sonrió y se encogió de hombros

-Supongo que fue una suerte haber pasado en el momento preciso y haber escuchado esa conversación entre esos dos tipos. Lástima que al principio no supe bien en realidad lo que tramaban, porque se podría haber evitado que le pasara eso a Mina-dijo Jiyong.

-Sí... claro, igual gracias-murmuró Chaeyoung, entre dientes.

-Tranquila. Ahora si me disculpas, quiero ir a ver cómo sigue la pelirroja.

No tuvo tiempo de reaccionar, ni de decirle nada, porque Jiyong ya entraba en ese momento a la habitación y luego se escuchaban los respectivos saludos. Mentalmente se reprendió por haber sido tan lenta y no aclararle todo cuando tuvo el momento, así que entró.

En la habitación vio a Jiyong abrazando a Mina y luego le dio un beso en la mejilla, aquello hizo que le doliera el estómago del coraje que sintió. Sin meditarlo ni un solo segundo y cuando Jiyong ya se había apartado, se atravesó entre ellos dos.

-Hey, Chae, ¿Dónde te habías me...?

Sin dejarla terminar la frase, le calló la boca a Mina de un beso. Al principio la pelirroja se había quedado con los ojos abiertos por la impresión y la efusividad con la que Chaeyoung la besaba, casi como si no se hubieran visto en años, pero luego de unos segundos cerró los ojos y colocando como pudo sus brazos alrededor del cuello de la castaña, le devolvió el gesto con gran emoción.

Lo que fueron sólo segundos, pero casi eterno para las dos, Chaeyoung se apartó y acariciando levemente la mejilla de su novia, le dejó otro beso en la frente.

-Novia, tengo que ir a la oficina de Jihyo, porque se ha golpeado la cabeza de nuevo y me necesita-dijo Chaeyoung, intentando no reír.

-Volverás más tarde, ¿Verdad?-preguntó Mina.-Mira que quiero que te quedes a cuidarme-agregó, sonriendo y ladeando la cabeza.

-Por supuesto, niña linda. Nos vemos.

Chaeyoung se inclinó de nuevo para besarla y susurrarle un "Te amo" cerca de su oído, para luego voltearse y ver la cara de Jiyong. Era todo un poema la cara del chico, parecía que le hubieran dado un palazo en la cabeza. Nayeon, Jongwook, Samuel y Alex, una vez que la castaña ya había salido de la habitación, estallaron en carcajadas que retumbaron por todo el lugar. Mina los miró, confundida y esperando una explicación.

-¿Se puede saber qué les pasa a ustedes?-preguntó Mina, molestándose.

-Nada, Mina. Aquí sólo nos reímos de un chiste que nos contó Alex-dijo Jongwook, limpiándose una lagrimita de tanto reírse.

Mina bufó y rodó los ojos, para dirigir de nuevo su atención a Jiyong, que aún se encontraba allí, con rostro de completa confusión.

-Entonces, Jiyong... ¿Qué te trae por aquí?-dijo Mina, sonriendo.

-Ah...¿Es que ahora no puedo visitarte? Por allá por la empresa se te extraña bastante... ni te imaginas la cantidad de cosas que se están diciendo-dijo Jiyong, riéndose y tomando una silla para sentarse.

-Hey, Mina... nosotros vamos a estar afuera con los chicos-dijo Alex, abriendo la puerta de la habitación para salir.

-Bien.

Sus hermanos salieron y se quedó a solas con Jiyong, quien enseguida le sonrió.

-¿Y qué dicen por allá?-preguntó Mina, siguiéndole con la conversación.

Lo que me gusta de ti - Michaeng (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora