VI

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Solo basto para que digiera esas palabras para que el grupo de vampiros que estaba delante de nosotros saliera corriendo a una velocidad que no era normal. La barrera que producía que el sol no fuera tan fuerte había sido destruida, los vampiros corrían a refugiarse mientras gritos de dolor salían de sus labios.

—Es hora, no nos separemos tanto y ayudemos, por eso estamos aquí—Todos asintieron con la cabeza y salieron corriendo en diferentes direcciones.

La puerta del muro salió volando por los aires y se estrelló con un árbol, de allí empezaron a entrar un montón de hombres lobos y empezaron atacar.

—Ayud..a por..fa..vor—Una joven vampira estaba en el piso sin poder moverse, rápidamente corrí hacia ella.

—In..tente de..tenerlos—Su voz se entrecortaba y de su boca salía sangre, no lograba encontrar la herida.

—Maldición, dime donde está tu herida, puedo ayudarte—Pronuncie desesperadamente, pasando mis manos por todo su cuerpo, esperando sentir algo.

—Esta..n reu..niendo pe..rsonas—un coágulo de sangre salió de su boca, su agarre en mi mano se fue volviendo más débil, su piel roja por las quemaduras del sol— Ella n..os va a des..truir.

¿—Ella?— Ya no me miraba, su vista se había dirigido al cielo—Quien es ella? Responde.

Pero ya era muy tarde, una lágrima había salido de sus ojos y soltó mi mano, había muerto. Cerré sus ojos y limpié la lágrima de su mejilla. Iba a llevar su cuerpo lejos de allí, pero un lobo negro me empujo con sus patas y me acorralo en el piso, fue entonces que volví a la realidad, mire a mi alrededor.

Estábamos perdiendo

Los vampiros se había vueltos débiles por la luz del sol, mis amigos estaban acorralados por un grupo de lobos y tanto vampiros como lobos estaban muertos en el suelo. Con su gran hocico trataba de morderme, un bozal de fuertes ramas se formó en su boca y con rapidez clave el cuchillo que había sacado de mi bota, un aullido de dolor salió de sus labios y rápidamente se apartó de mí.

Justo cuando estaba a punto de matarlo algo en sus ojos me llamo la atención y es que no eran color miel como Floey nos había mencionado en la clase, sus ojos estaban violetas, justo como los ojos de los oscuros.

"Ayuda, por favor"

Asustada por la voz en mi cabeza, di un paso atrás, nuestros ojos se miraban los unos a los otros.

"Ayúdame, te lo suplico"

Ellos no eran así, por eso nos atacaban alguien había hechizado a un grupo de hombres lobos. La voz en mi cabeza era él, me estaba hablando, me estaba pidiendo ayuda.

—No sé si me oyes, pero no voy a matarte, pero si no hago algo me matarás a mí y a mis amigos, te dejaré inconsciente y cuando todo esto acabe te ayudaré—Intente acercarme, pero, un fuerte rugido salió de su hocico, así que con un palo le di un golpe en la parte de atrás de su cabeza y eso, basto para que se desmayara, una jaula de ramas se formó a su alrededor.

—No los matéis, están bajo un hechizo, no son ellos realmente!!— grité lo más fuerte que pude mientras corría hacia mis amigos, pero nadie me hacía caso.

¡—Deténgase!! Ninguno de nosotros somos asesinos.

—Ellos nos están matando a nosotros—Un vampiro dijo a mis espaldas, mientras rápidamente corría hacia uno de ellos y arrancaba su cabeza, un grito salió de mis labios. Una bola de fuego apareció en mis manos y fueron lanzadas hacia él.

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⏰ Última actualización: Jul 24, 2023 ⏰

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La princesa perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora