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La "modesta" boda se iba a llevar a cabo en el jardín privado de los Kim. Admitió que todo era hermoso, casi como un sueño, era la boda que siempre soñó en su infancia.

Ese pequeño detalle lo molestaba, todo el lugar era un sueño y él quería odiarlo, en sus adentros admiraba la decoración como un niño pequeño mientras por fuera solo podía enojarse.

Se preguntó en qué momento dejó de querer esto para su vida, en que momento cambió su forma de pensar, antes hubiera amado su boda, su traje y probablemente a su ahora esposo.

Suspiro, mirando a los invitados bailar. La fiesta era aburrida, y poco le interesaba socializar con personas que no conocía. Estaba solo y le incomodaba eso, pero prefería cualquier cosa a estar con sus padres, quienes de hecho no veía desde hace varias horas, o cualquier otra persona conocida en este lugar.

Namjoon por su parte se había perdido entre la multitud cuando vio a la mayoría de invitados lo suficientemente ebrios para no notar que se había ido. YoonGi no le importó mucho.

Estar solo en su mesa de regalos lo enojaba. Que nadie le prestara atención era un golpe a su ego; maldición, era su puta boda, él debía ser el centro de atención de todo el mundo que había en la reunión. Su esposo debía estar con él, al menos para disimular que su matrimonio no estaba destinado al fracaso.

Solo podía mirar a todos disfrutar más que él; ver cómo bailaban, cómo alfas coquetean con las omegas menores y estas les correspondía. Era su boda y parecía más una reunión de tinder, vaya mierda.

Ya cansado, comenzó a abrir algunos de los presentes, aunque no le importaba hacer esto en secreto. Al fin y al cabo, había estado solo desde hace mucho, y nadie se había molestado en asegurarse de que existía.

Comenzó por los pequeños sobres para Kim y algunos eran cartas con buenos deseos, otros eran runas para la luna de miel, y otros (sus favoritos) tenían dinero. No le costó mucho guardarlos en su bolsillo; nadie se daría cuenta y, de todas formas, Namjoon no necesitaba ese dinero.

Siguió después con algunos sobres para él, la mayoría eran runas, obviamente preocupados por su "estado" y eso le parecía gracioso, pues las personas que le habían mandado estos sobres lo menospreciaban desde hace años y ahora le pedían buenos deseos a la Luna para que ayudara a conceder el nuevo heredero de los Kim.

"Patético", pensó mientras acomodaba los sobres ya abiertos de una manera sutil para que no se notaran rotos. Los sobres ya no le interesaban tanto y ni siquiera quería abrir los frascos con enjurjes para su luna de miel. El enojo había bajado un poco, pero el aburrimiento volvía a él.

Se iba a levantar para buscar a Namjoon cuando una pequeña caja llamó su atención.

Estaba cubierta de un fino papel blanco con grabados dorados, se cuestionó por un momento si no abrirla, pero la curiosidad lo consiguió. La acercó y comenzó a observarla, no tenía etiqueta o un nombre del que la había regalado, era inusual.

Al abrir la caja, YoonGi descubrió que se trataba de una caja musical. Se preguntó quién regalaría algo así en una boda. La sacó de su caja y notó que en el fondo había una pequeña nota. Sacó el papel grueso y notó que un aroma a lavanda lo mareó. No entendió completamente algo grabado en dorado.

Inesperadamente, su corazón latió rápidamente y su piel se erizó, como si un mal presagio se apoderara de él.

Dejó todo en su lugar de nuevo, guardó con cuidado la pequeña caja musical y se levantó. Buscó a sus padres o a Namjoon con la mirada, ya que la música le molestaba y su pecho dolía, tal vez porque su corazón latía demasiado rápido y su respiración era un poco lenta. El mareo no tardó en aparecer, y si no recuperaba la compostura y respiraba bien, se desmayaría.

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⏰ Última actualización: Aug 25 ⏰

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Destinado Min. - NAMGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora